Timothy F. Geithner, secretario del Tesoro de Estados Unidos, propuso a los países integrantes del Grupo de los 20 (G-20) imponer sanciones económicas y reducir las importaciones petroleras a Irán con el fin de desalentar el desarrollo de su presunto programa nuclear.

Al participar en el último día de trabajos de la primera reunión de ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del G-20 reunidos en la capital de México, país anfitrión, dijo que se analiza con los países productores de petróleo la posibilidad de mitigar los efectos y repercusiones que ha tenido en los mercados la tensión entre Irán y occidente.

En conferencia de prensa al referirse a Irán y el petróleo, señaló que tuvo una serie de conversaciones para alentar a los países del G-20 para reducir significativamente las importaciones procedentes de Irán.

Estamos viendo una cooperación muy efectiva de nuestros socios en el frente financiero para ayudar a garantizar que sus bancos dejen de hacer transacciones con el Banco Central de Irán, para que a los bancos de ese país les resulte más difícil financiar actividades nucleares ilícitas de Teherán y de esta manera aquella nación no pueda evadir las sanciones.

Por su parte, Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), también en conferencia de prensa, informó que Arabia Saudita aseguró estar dispuesta a aumentar su producción para equilibrar el abasto del mercado petrolero.

La directora gerente del FMI planteó el precio del petróleo como un riesgo para la recuperación de las economías de los países desarrollados y de los países emergentes que tienen que realizar grandes importaciones del energético. Indicó que las fuertes fluctuaciones de 20 por ciento en los precios del petróleo en un periodo muy breve han tenido efectos negativos.

En Teherán, capital de Irán, la agencia de noticias Reuters reportó que ese país se negó a entregarle a Grecia un cargamento de 500 mil barriles de crudo, según la agencia semioficial de noticias Fars, en una medida de represalia contra las sanciones de la Unión Europea a la república islámica. Los buques petroleros que habían llegado a una refinería en Grecia para transferir 500 mil barriles de petróleo iraní tuvieron que volver después de que Irán se negó a dar el envío, informó Fars, sin citar fuentes.

Fars informó que los buques estaban destinados a la refinería griega Hellenic, pero un funcionario de la firma negó que se les hubiera negado algún envío.

Eso no tiene nada que ver con nosotros (...) todos los suministros de Irán han sido procesados con normalidad, informó el funcionario de la compañía a Reuters. La Unión Europea decidió en enero dejar de importar crudo de Irán el primero de julio debido a su cuestionado programa nuclear, el que occidente asegura que está destinado a la construcción de bombas, algo que la república islámica niega.

Irán dejó de vender crudo a las empresas británicas y francesas la semana pasada, después de que el ministro de Petróleo de Irán dijo que el estado islámico recortaría sus exportaciones de crudo a algunos países europeos.

La Comisión Europea ha dicho que el bloque no se verá afectado si Irán detiene las exportaciones de crudo, ya que tienen suficientes reservas para satisfacer sus necesidades por alrededor de 120 días.

Los operadores dijeron a Reuters el 24 de febrero que la firma con sede en Suiza Totsa, brazo comercial de la petrolera francesa Total, y la empresa de comercio energético Mercuria se encontraban en negociaciones por separado con Hellenic Petroleum para ayudar a remplazar el crudo iraní.

Glencore, uno de los líderes en el comercio de materias primas y una de las pocas firmas que llevó a cabo negocios con Grecia durante la crisis de deuda, también podría aumentar el suministro, han dicho fuentes comerciales.