Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, afirmó que para llegar a una solución definitiva y rápida, los países con problemas económicos deben tomar acciones necesarias aunque dolorosas, y la comunidad internacional debe sumarse a este esfuerzo y apoyarlos y facilitarles una solución.

Al inaugurar los trabajos de la primera reunión de ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del grupo de los 20 (G-20), destacó que es crucial que las autoridades europeas implementen acciones políticas para que restaruren la confianza de los actores económicos.

En particular es necesario adoptar medidas creíbles para consilidar las cuentas fiscales, asegurar los niveles de sustentabilidad de medidas para recapitalizar las instituciones con problemas y otorgar créditos.

Carstens anticipó que parte del trabajo que llevarán los banqueros centrales a la reunión del G-20 será la capacidad de préstamo a organismos financieros internacionales.

El FMI espera obtener entre 500 mil y 600 mil millones de dólares adicionales para tatar de solventar la crisis de deuda en Europa, pero este plan enfrenta resistencia de Estados Unidos y Canadá, entre otros.

Sin embargo, aún no se logra establecer un acuerdo para proporcionar mayores recursos al Fondo Monetarios Internacional (FMI) para que apoye a Europa en su crisis de deuda.

El secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade, en breve entrevista afirmó que es temprano todavía en el proceso para empezar a discutir ya puntualmente sobre modalidades y montos.

De acuerdo con los observadores en la primera reunión de ministros de finanzas y goberandores de bancos centrales del G-20, no se espera un acuerdo sobre el financiamiento al FMI en esta ocasión, pero se prevé que se establezcan mecanismos para elevar las aportaciones al FMI.

El gobernador del Banco de México, Agustin Carstens, dijo que es crucial que las autoridades europeas implementen acciones urgentes de política incluyendo la consolidación de las cuentas fiscales.

El funcionario también recomendó implementar varios programas que mitiguen lo más posible las consecuencias sociales de los ajustes que se apliquen para enfrentar la crisis, enfocándose específicamente en las poblaciones más vulnerables.

Por su parte, el secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade, anfitrión de la reunión, informó en su mensaje de bienvenida que durante los encuentros de este fin de semana, el G-20 hará un balance sobre los avances que hemos logrado para corregir los desequilibrios mundiales, también identificará deficiencias y acordará nuevas medidas coordinadas.

Meade Kuribreña reconoció que el panorama económico y político continúa complicado, y de nuevo, el papel del G-20 es importante para expandir el diálogo y alcanzar consensos. El G-20, dijo, necesita fortalecer las instituciones financieras internacionales y regionales; definir medidas para mejorar la gobernabilidad mundial y buscar políticas que fomenten la confianza en los mercados.