Presos y familiares provocan disturbios en protesta por cateo y reubicación de tres reclusos
Corrupción y sobrepoblación penitenciaria pesaron en los hechos del domingo, afirma Rodrigo Medina
Miércoles 22 de febrero de 2012, p. 32
Monterrey NL, 21 de febrero. La Procuraduría de Justicia del Estado retuvo a otras 18 personas, entre funcionarios y custodios del penal de Apodaca, 16 de las cuales confesaron haber participado
en la fuga de 30 reos y muerte de 44, ocurridas la madrugada del domingo, informó el gobernador Rodrigo Medina. Con ellos suman ya 40 los implicados.
Entre quienes tienen alguna responsabilidad y podrían ser arraigados están Gerónimo Miguel Andrés Martínez, Juan Hernández Hernández y Óscar Deveze Laureano, director, subdirector y jefe de seguridad de la prisión del penal de Apodaca, respectivamente, agregó. Ernesto García Guerrero, comisario general de la Agencia de Administración Penitenciaria, también está separado del cargo desde el lunes, pero no lo mencionó.
Aunque el mandatario estatal no dio detalles sobre los delitos de los que podrían ser acusados los 16 supuestos confesos, dijo que sus responsabilidades van desde directa, al tener ligas con alguno de los cárteles a los que pertenecen los reos fugados, o indirecta, por omisión.
Medina destacó que la prioridad es detener a los fugitivos y prometió que se castigará a los culpables; destacó el avance de las investigaciones para deslindar responsabilidades por lo ocurrido.
Sobre la posición del secretario de Seguridad Pública, Jaime Castañeda, Rodrigo Medina señaló que se revisa su caso.
Respecto del nombramiento de Gerónimo Miguel Andrés Martínez como director de la prisión –pese a que en 2009 fue destituido del penal de Santa Martha Acatitla, en el Distrito Federal, por presuntos actos de corrupción–, De la Cruz Medina aseguró que no se le compraron las acusaciones y en su momento fue sometido a las pruebas de control de confianza.
Anunció que el viernes se reunirá con el secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, y reiterará su petición sobre un posible traslado a cárceles de alta seguridad de presos federales que estén en prisiones locales.
Medina señaló que solicitaría el apoyo al gobierno federal para enfrentar la crisis que hay en el estado y aseguró que tanto la corrupción como la sobrepoblación penitenciaria pesaron en los hechos de la madrugada del domingo.
Señaló que la sobrepoblación hace más difícil la administración, pero también hubo colusión y complicidad: Ambas cosas son parte de un mismo vicio importante en el sistema; tenemos que arreglar y componer el sistema penitenciario y, me atrevería a decirlo yo, de México, del país; hay que hacerlo cada quien en su ámbito de competencia
, señaló.
Jorge Domene Zambrano, vocero de seguridad estatal informó que durante 2011 fueron trasladados 270 reos, en contradicción con lo señalado por autoridades federales, las cuales afirmaron que el gobierno estatal nunca les ha formulado alguna solicitud al respecto.
Precisó que 31 de los reos muertos han sido entregado a sus familiares, y uno permanece sin identificar en el servicio médico forense.
Provocan incendio dentro del penal; afuera ardían hogueras y lanzaban piedras contra policías
María Alejandra Arroyo Corresponsal
Monterrey, NL, 21 de febrero. Familiares y presos del penal de Apodaca –de donde el domingo pasado se fugaron 30 reos y fueron asesinados otros 44– provocaron disturbios dentro y fuera de la prisión, la tarde y noche de este martes, en protesta por un cateo y la reubicación de al menos tres reos.
Mientras frente al penal ardían las hogueras –los familiares de los presos juntaban papel, ropa y todo tipo de objetos para hacer piras– adentro los presos quemaban colchones, y el humo y las llamas inquietaron más a quienes los miraban desde afuera. Se vivieron más de dos horas de tensión. Los parientes de los reos arrojaron piedras a los policías que custodian por fuera; intentaron saltarse la barda perimetral y estuvieron a punto de derribarla para ver qué pasaba con sus parientes.
Una fuente del gobierno del estado dijo que cerca de las 18:40 horas, unas 30 unidades de la Policía Federal y 10 de militares incursionaron en el centro penitenciario, sin que pudiera precisar cuál era el objetivo.
A cada vehículo de la PF que ingresaba al Cereso los familiares lanzaban piedras e insultos a los uniformados, obstaculizándoles el ingreso. Objetos similares eran arrojados contra unos 200 policías antimotines de seguridad pública del estado que vigilan el acceso al inmueble.
Desde el domingo, cerco al penal
Aunque bomberos de Monterrey fueron llamados para sofocar el fuego, sólo se les permitió la entrada hasta muy tarde. Desde el domingo por la mañana los familiares se mantienen a las afueras del centro penitenciario.
Después del mediodía, ante la incertidumbre provocada por la falta de información, y azuzados por los rumores de que los reos serían trasladados al penal de Puente Grande, Jalisco, o a las islas Marías, en Nayarit, provocaron conatos de enfrentamiento contra los policías estatales.
Jorge Domene Zambrano, vocero de seguridad del gobierno estatal, informó que a petición de la PGR el juez tercero de distrito en Nuevo León, Zenaido Orozco, ordenó trasladar a una prisión de máxima seguridad a los reos del fuero federal Marco Garza de León Quiroga, presunto operador de Los Zetas en el norte del estado, y sus cómplices Mario Andrés Alcorta y José Francisco Gamiz (o Ángel Hernández). Descartó que se hubieran realizado disparos dentro del penal, como afirmaron los familiares .
Dos reos que presuntamente resultaron heridos por arma blanca fueron sacados de la prisión en ambulancias.