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Se signó un acuerdo marco y será necesaria una negociación específica: Fluvio Ruiz

Ni México ni EU disponen de información confiable sobre yacimientos transfronterizos
 
Periódico La Jornada
Miércoles 22 de febrero de 2012, p. 28

Ni el gobierno ni Petróleos Mexicanos (Pemex), y al parecer tampoco las autoridades estadunidenses, cuentan con información fidedigna que permita asegurar la existencia de yacimientos petroleros transfronterizos en los límites con Estados Unidos en el Golfo de México, afirmó el consejero profesional de la paraestatal, Fluvio Ruiz Alarcón.

Al hablar sobre la firma del Acuerdo transfronterizo de hidrocarburos en el Golfo de México, firmado con Estados Unidos el pasado lunes, el especialista recordó la campaña publicitaria en la que Pemex calculó los recursos prospectivos en aguas profundas del Golfo de México en alrededor de 30 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente. Parece que el tesorito fue más propaganda que otra cosa, dijo.

Recordó que las compañías petroleras estadunidenses han tenido actividad exploratoria en aguas del Golfo de México, pero para nuestro país es prácticamente un área virgen. Con todo, ni los mexicanos ni los estadunidenses, hasta donde sabemos, han logrado delimitar un solo yacimiento con potencial. No hay un ningún indicio de yacimientos transfronterizos, sostuvo.

No obstante, puntualizó que si ya se cuenta con ese tratado hay que estar pendientes de que así sea un barril de crudo el que se extraiga, se pague a México adecuadamente. Si el acuerdo va en línea con la búsqueda de certeza jurídica, es necesario cuidarlo para permitir a Pemex asociaciones singulares, especiales, para ver la mejor manera de explotar los recursos.

Eso quiere decir, añadió, que una vez aprobado por el Senado de la República será necesario cuidar los puntos finos de los acuerdos entre Pemex y cada concesionario que designe Estados Unidos para la exploración y explotación de cada bloque. El del lunes es un acuerdo marco y, una vez verificados los indicios sobre la existencia de algún yacimiento transfronterizo, es necesaria una negociación específica para establecer los detalles, la estrategia, el monto de los recursos a aportar por cada una de las partes. Estos acuerdos son de geometría variable; ahí tenemos los ejemplos de los firmados por Timor Oriental, en el sudeste asiático, y Cuba, en los que ninguno de esos países estaría en condiciones de llevar a cabo la exploración y explotación de sus recursos sin la intervención de compañías privadas.

Sobre los contactos entre México y Cuba con miras a definir un acuerdo similar al firmado con Estados Unidos y revelados por el subsecretario de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía, Ruiz Alarcón dijo que será necesario abrir negociaciones con países como Belice y Guatemala, no sólo con la isla caribeña, para reglamentar la explotación de los recursos en el mar Caribe e incluso un acuerdo más con Estados Unidos, para la parte del océano Pacífico.

Tesoro sin fundamento

La falta de indicios sobre yacimientos transfronterizos contradice la información divulgada por Pemex en 2008, en la que afirmaba haber identificado, en la parte mexicana del Golfo de México, la existencia de estructuras geológicas capaces de contener hidrocarburos que están en ambos lados de la frontera con Estados Unidos.

Varios de estos descubrimientos se encuentran cercanos a la frontera con México, específicamente en el Área Perdido, como es el caso de los campos Great White y Trident, donde se observaron estructuras geológicas ya verificadas.

A raíz de esos descubrimientos Pemex estimó que más de 50 por ciento de los recursos potenciales o prospectivos del país se localizan en la cuenca del Golfo de México Profundo, en una extensión de más de 550 mil kilómetros cuadrados.

La frontera marítima entre México y Estados Unidos en el Golfo de México se extiende por más de 850 kilómetros. Pero el interés económico petrolero, en términos de yacimientos que pudieran considerarse transfronterizos, se concentra en 120 kilómetros, precisamente en la porción conocida como Área Perdido, localizada a 200 kilómetros al oriente de las costas del norte de Tamaulipas. En esa zona los tirantes de agua varían de 2 mil 300 a 3 mil 500 metros.