La Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todas y Todos (Red TDT) fue reconocida con el Premio MacArthur para instituciones creativas y efectivas, en reconocimiento a la innovación y creatividad que ha demostrado para defender las garantías individuales de los mexicanos y promover una cultura de la paz.

El anuncio fue hecho oficial ayer por la Fundación John y Catherine MacArthur, con sede en la ciudad estadunidense de Chicago, y en esta ocasión el galardón fue entregado a un total de 15 organizaciones de seis países, de entre las cuales la Red TDT fue la única de origen latinoamericano.

En entrevista con La Jornada, Agnieszka Raczynska, secretaria ejecutiva de la asociación –que agrupa a 75 colectivos de 22 estados de la República–, celebró el reconocimiento y afirmó que éste puede servir para darle mayor visibilidad a la grave situación de derechos humanos que enfrenta el país, y ayudar en el diseño de medidas de protección para sus activistas.

Galardón oportuno

El premio llega en un momento muy importante para todas las organizaciones de la Red, en el que necesitamos hacer una campaña más amplia sobre la importancia de nuestro trabajo y fortalecer nuestra seguridad ante las carencias de las autoridades. Lo vemos como una oportunidad para invertir en nuestras actividades futuras, señaló.

La cantidad económica que incluye el galardón –que prefirió reservarse, por motivos de seguridad– nos permitirá crear un fondo para mejorar nuestros propios métodos de cuidado, frente a la lentitud del gobierno en implementar el mecanismo de protección para defensores de derechos humanos.

Sin entrar en detalles, Raczynska indicó que algunas de las opciones son diseñar mecanismos de alerta para detectar amenazas o agresiones contra cualquier colectivo y dar respuesta inmediata; mejorar el nivel de capacitación de los activistas en este terreno, e incluso recurrir a la asesoría de organismos internacionales especializados en temas de seguridad.

Una consecuencia de la escalada de agresiones que padecen los defensores de derechos humanos, advirtió, es que muchas organizaciones han tenido que invertir tiempo y recursos para protegerse, e incluso algunas han tenido que cerrar sus oficinas para evitar que sus integrantes sean asesinados.

Hay grupos que han tenido que dejar de visitar comunidades, pero más que la seguridad de los colegas, la preocupación más grande es por las víctimas que ellos protegen, lamentó.