Responden mejor a exigencias corporales, como el estrés, dicen investigadores japoneses
Miércoles 15 de febrero de 2012, p. 3
Washington, 14 de febrero. Las personas que sufren enfermedades crónicas y viven con su mascota parecen tener un corazón más saludable que quienes no tienen un animal de compañía, ya sea que tenga pelo, plumas o escamas, según un estudio japonés publicado en American Journal of Cardiology.
Los investigadores analizaron a casi 200 personas y encontraron que quienes poseían una mascota contaban con mayor variabilidad de ritmo cardiaco que aquellos sin un animal en el hogar.
Eso significa que su corazón responde mejor a las exigencias de cambios corporales, como bombear más rápido durante situaciones de estrés. Una variabilidad reducida se relaciona con un riesgo mayor de morir por un problema cardiaco.
Entre los pacientes de enfermedad coronaria, los dueños de mascotas muestran una supervivencia un año mayor que quienes no son propietarios de un animal
, señaló Naoko Aiba, de la Universidad de Kitasato, líder del grupo de investigadores.
Para el estudio, el equipo de Aiba siguió a 191 personas con diabetes, hipertensión o colesterol elevado durante 24 horas, usando un monitor cardiaco. El nivel de edad iba de 60 a casi 80 años. Los científicos también preguntaron sobre las actividades diarias y sobre si tenían o no mascota. Aproximadamente cuatro de cada 10 personas poseían un animal, pero aparte de eso los dos grupos eran similares, dijo Aiba.
En lo que respecta a los dueños de mascotas, aproximadamente un 5 por ciento de sus latidos diferían en 50 milisegundos en extensión. Para los que no tenían un animal, se situó en 2.5 por ciento, lo que significa que el ritmo cardiaco cambiaba menos.
Hasta ahora, nadie sabe qué causó la diferencia entre ambos grupos. Podría deberse de algún modo a las mascotas, o podría ser que haya diferencias entre quienes escogen tener una mascota y los que no.
Mi suposición es que las mascotas son una forma de apoyo social, y de ahí reducen el estrés y pueden satisfacer algunas, aunque no todas, las necesidades de compañía
, dijo Health Judith Siegel, profesor de la Facultad de Salud Pública de la UCLA, quien no participó en el estudio.
No creo que nadie tenga una buena referencia aún sobre por qué existen estas discrepancias
, añadió.
Los investigadores japoneses advirtieron que sólo habían seguido un día a las personas y que tendrían que considerarse otros factores en el futuro, como potenciales diferencias entre los distintos tipos de mascotas.
Erika Friedmann, profesora de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Maryland, dijo que el estudio es un paso más respecto a algo ya conocido, la conexión entre tener una mascota y la salud de una persona.
Estamos entrando en la vida diaria de una persona, y eso es lo emocionante
, dijo Friedmann, quien tampoco participó en el estudio, pero ha hecho investigaciones similares.