El Cairo, 2 de febrero. La primera fuerza política de Egipto, los Hermanos Musulmanes, responsabilizaron ayer de la matanza de aficionados del equipo cairota de futbol Al Ahli a los servicios de seguridad del gobierno interino egipcio, encabezado por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que decretó tres días de duelo nacional.

Los sucesos en Puerto Said fueron tema central del debate en el Parlamento, donde su presidente, Saad Katatni, de los Hermanos Musulmanes, afirmó que la policía actuó con tremenda negligencia.

Katatni no pidió la renuncia de los militares o del primer ministro designado por ellos, Kamal Ganzuri, pero ambos escucharon en la sesión parlamentaria de este jueves las recriminaciones de algunos legisladores, incluido el liberal Mohamed Abu Ahmed, del Bloque Egipcio, quien pidió el cese del jefe de gobierno y el retiro de los militares de los asuntos administrativos civiles.

Ante la ola de críticas, la junta militar anunció desde El Cairo la destitución de las autoridades civiles de Puerto Said y de los jefes de la seguridad local.

La organización 6 de Abril, la principal promotora de las manifestaciones que provocaron la renuncia del presidente Hosni Mubarak, en enero y febrero del año pasado, también acusó a los militares de lo sucedido en el estadio del equipo Al Masry.

En Nueva York, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se declaró entristecido por los hechos en Egipto y pidió a la administración interina tomar medidas apropiadas para responder a a este trágico incidente.