Gotemburgo, Suecia, 2 de febrero. Como cineasta uno trata de hacer películas acerca de algo que encuentra interesante, ya sea una historia de amor, alguna relación o algún suceso que ve en la televisión, expresó con sencillez el británico Michael Winterbottom (Blackburn, Lancashire, 1961), quien recibió la tarde de hoy el premio honorario Dragón de manos de Marit Kapla, directora artística del Festival Internacional de Cine de Gotemburgo.

Eso fue al comienzo de una clase maestra que protagonizó el director de cintas como Welcome to Sarajevo (1997), Wonderland (1999) y Road to Guantanamo (2006). Su filme Trishna (2011), basado en la novela decimonónica Tess, de Urberville, del británico Thomas Hardy, se proyectará mañana como parte de la programación del festival.

El premio Dragón, instituido el año pasado, se entrega a quien hay que prestarle atención, indicó Kapla. También enfatizó características de Winterbottom como su extraordinaria e inspiradora energía y creatividad, su sentido de humor refinado, su habilidad de resaltar lo mejor de sus actores no importa que sean profesionales o no, así como su habilidad también de encontrar el drama humano en los asuntos globales de política y de hacer películas cautivantes en relación a ellos. Asimismo, la manera interesante y fructífera con que Michael luchó durante muchos años para cultivar un estilo que opera en las fronteras entre lo documental y la ficción.

Winterbottom creció en una pequeña ciudad en cuyo cine club vio, entre otras cosas, el nuevo cine alemán. Cuando empezó a trabajar fue asistente alguna vez de Lindsay Anderson. Luego, al trabajar como editor fílmico de Thames Television, dirigió dos documentales acerca de Ingmar Bergman.

En 1994, Winterbottom formó la empresa Revolution Films con el productor Andrew Eaton y filmó Jude (1996), adaptación de la novela desolada de Thomas Hardy (1840-1928), Jude el oscuro.

Cierta perspectiva

El cineasta, de hecho, ha trabajado en tres ocasiones con novelas de Hardy quien leyó de adolescente y no considera desolado. Tampoco pesimista, más bien tiene cierta perspectiva. Respecto de Trishna, filmada en la India, Winterbottom tuvo la idea de hacerla hace ocho o nueve años, mientras trabajaba en Code 46, que algunos días usó una locación en Rajastan.

Relató: “En uno de los recesos visitamos el desierto afuera de Osian. Yo estaba con algunos de los miembros del equipo de Mumbai, y había un contraste increíble entre entre la vida de ellos y las personas del pueblo, cuyas vidas apenas empezaban a cambiar con las fuerzas de la mecanización, industrialización, urbanización y sobre todo la educación. Eso me recordó a Hardy, y en particular a Tess, de Urberville, ya que el autor describía un momento semejante en la vida inglesa”.

En sus filmes, a Winterbottom le gusta utilizar personas de la cotidianidad y echar mano de la improvisación. Le gusta tomar a los actores profesionales y ponerlos en situaciones con otras personas que se interpretan a sí mismos. Uno trata de hacer las cosas de manera sencilla, natural y verídica. Agregó que cuando las personas improvisan, suelen relajarse y echar mano de cosas que conocen en forma instintiva, en vez de cosas que construyeron.

Por ejemplo, en 2001 cuando filmó In this World, “buscábamos una historia de refugiados que querían entrar a la Gran Bretaña. En ese momento el grupo más grande eran los refugiados afganos, muchos de los cuales venían de Paquistán, así que decidimos hacer un filme acerca de dos refugiados. Eso fue antes del 9-11”, luego sucedieron los ataques contra las Torres Gemelas de Nueva York. Además, le atrajo la idea de hacer un road movie.

A Winterbottom le gusta trabajar en varias cintas a la vez porque dice que así no tiene que estar a la espera de que le entreguen el financiamiento. Aseguró que uno nunca deja de trabajar en una película hasta que ya hay que proyectarla. Acaba de terminar Here and There, cinta en la que trabajó a lo largo de cinco años.