Volver a anotar devolvió la confianza a Juan Carlos Cacho, quien perdió actividad por una lesión que le impidió cumplir su principal tarea con Pumas: meter la pelota en el arco. Convirtió hace dos fechas ante Morelia y el fin de semana pasado contra Monterrey, dos goles que –dijo– hablan de un equipo que empieza a funcionar en este torneo.

Llegan con mayor seguridad –agregó Cacho– justo cuando enfrentarán a Chivas en Ciudad Universitaria (CU), una cancha en la que no permitirán que ningún rival se lleve los tres puntos.

Aquí no podemos perder con nadie, aseguró el delantero. Hemos platicado que en casa nadie debe ganarnos y eso debe hacerse un hábito en Pumas.

Aunque Chivas no gana en CU desde 2004, los auriazules han tomado sus previsiones –confesó Cacho–, porque un equipo con nuevo entrenador puede resultar más peligroso. Con el arribo de Ignacio Ambriz al banquillo tapatío consideró que la sorpresa puede jugar en favor de los visitantes.

Es más difícil porque no sabemos cómo jugará, explicó. Sabemos cómo juega Chivas, pero no sabemos cómo se parará este domingo.

El peso de la historia no le dice demasiado a Cacho, ni siquiera le concedió mucha importancia al hecho de que la hegemonía felina en CU es incuestionable. Para él, lo único que debe tomarse en consideración son las instrucciones del técnico Memo Vázquez para tratar de hacer el juego perfecto.

El defensa Darío Verón también habló del riesgo de enfrentar a un conjunto que está en el sótano de la tabla, sufrió cambios de timón y ha perdido todos sus partidos en este torneo.

Ellos seguro quieren salir de su mala racha, explicó el capitán de los auriazules. Buscarán hacer su juego y nosotros trataremos de impedirlo.

La rivalidad –señaló– ha crecido en los últimos años, sobre todo desde aquella final del Clausura 2004 que ganó Pumas en penales. Aquel partido en el Pedregal aún resuena en la memoria del paraguayo.

Hay un elemento en su favor, admitió Verón: el estadio de CU sí pesa sobre el rival. La afición entusiasta y el lleno asegurado tienen un efecto positivo en el equipo auriazul, explicó.

Verón parece emocionado con ese encuentro que –aseguró– todos quieren jugar. Siente la emoción de un canterano, pero sobre todo siente los colores del equipo. Pumas me ha dado todo, enfatizó. Y siempre defenderé esta playera a muerte.

Mientras, en la cantera, el rector José Narro Robles se reunió con el equipo que hace 50 años consiguió el ascenso del club a la primera división. La imagen de los universitarios es Pumas, no importa si practican el futbol soccer, el futbol americano o el baloncesto, si lo hacen en el atletismo, si hacen deporte en la alberca, en la natación o en el waterpolo, no importa lo que hagan: Pumas es imagen, Pumas es símbolo, Pumas es la Universidad Nacional Autónoma de México, comentó.