El país sudamericano no respeta que los habitantes quieren seguir siendo británicos: Cameron
colonialista
El premier de GB debería buscar a Ban Ki-moon y aceptar los llamados al diálogo: Timerman
Jueves 19 de enero de 2012, p. 24
San Salvador, 18 de enero. Argentina rechazó hoy que haya colonialismo
en su reclamo de la soberanía de las islas Malvinas, como afirmó horas antes el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, en el más reciente cruce de declaraciones entre ambas naciones en su disputa por el archipiélago ocupado por los británicos desde 1833.
Llama la atención que Gran Bretaña hable de colonialismo cuando es un país sinónimo del término
, dijo el canciller argentino Héctor Timerman, en declaraciones a la agencia estatal Télam desde El Salvador, donde se encuentra como parte de una gira por América Central, al responder al primer ministro británico Cameron.
Timerman sostuvo que evidentemente en un momento en que sólo quedan resabios de colonialismo, Gran Bretaña dentro de la decadencia imperial decide reescribir la historia
.
Agradeció al gobierno salvadoreño del presidente Mauricio Funes por el apoyo solidario al reclamo justo de una cuestión de la soberanía de nuestro país, la cual se ha transformado ya en una causa latinoamericana como lo fueron muchas otras
, así como su respaldo en la búsqueda de una solución negociada al diferendo.
Crece la tensión
El aumento de la tensión verbal entre Argentina y Gran Bretaña ocurre semanas después de que Brasil, Chile y Uruguay decidieron impedir que buques con bandera de las Malvinas atraquen en sus respectivos puertos. También, mientras se acerca el 30 aniversario del conflicto bélico por dicho territorio.
A esto se suma el foco de tensión del fin de la semana pasada, cuando las autoridades británicas de las Malvinas impidieron el desembarco de un crucero en Puerto Argentino (Port Stanley) en el que viajaban más de 3 mil turistas argentinos, brasileños, chilenos y uruguayos, alegando razones sanitarias
por haber detectado 20 casos de gastroenterocolitis.
Entre los pasajeros también había un grupo de argentinos que pretendía rendir homenaje a los soldados connacionales muertos en la guerra de 1982.
Desde 1833 Gran Bretaña ocupa las islas Malvinas (a las que denomina Falklands), ubicadas a 14 mil kilómetros de su territorio y a 480 kilómetros de la costa argentina, salvo un breve periodo que derivó en una guerra de 74 días entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, la cual dejó 649 argentinos y 255 británicos muertos y terminó con la rendición de la nación sudamericana, gobernada por militares.
Ante la Cámara de los Comunes el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, insistió en que su gobierno apoya el derecho a la autodeterminación
de los habitantes de las Malvinas, de unos 3 mil pobladores, y añadió que la posición argentina es mucho más colonialismo
porque no respeta esa decisión.
Lo que los argentinos argumentan es, en mi opinión, colonialismo, porque esta gente quiere seguir siendo británica
, afirmó ante los diputados, y reveló que convocó al Consejo Nacional de Seguridad para abordar el tema y asegurar que nuestras defensas y todo lo demás esté en orden
.
Cameron aseveró que es muy importante
que su país recuerde el 30 aniversario de aquella guerra en homenaje a todos los que sirvieron y lucharon tan duramente, y los que dieron su vida y no volvieron a casa
.
El canciller argentino Héctor Timerman dijo que en lugar de convocar a su Consejo Nacional de Seguridad, Gran Bretaña debería llamar a Ban Ki-moon (secretario general de la Organización de Naciones Unidas) y responder que acepta las múltiples resoluciones de ese organismo instando al diálogo para alcanzar una solución pacífica
. La ONU hace estos llamados a ambas partes cada año desde 1965.
Florencio Randazzo, ministro argentino del Interior, calificó de absolutamente ofensivos
los comentarios de Cameron.
El canciller de Brasil, Antonio Patriota, reiteró el apoyo a la reivindicación de soberanía argentina en las islas del archipiléago austral, durante una rueda de prensa en Brasilia junto a su colega británico William Hague, de visita en el país sudamericano.
En Caracas, el Parlamento Latinoamericano emitió también su respaldo a la causa argentina.