La burocracia, la corrupción y los intereses electorales impiden avances más consolidados para proteger los derechos de los migrantes centroamericanos que van rumbo a Estados Unidos en busca de trabajo, afirmó ayer el obispo de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, Felipe Arizmendi Esquivel.

Los migrantes son vejados, ultrajados, explotados, secuestrados por bandas de delincuentes y narcotraficantes, extorsionados, asesinados y varias mujeres violadas. Sufren un verdadero calvario que nos avergüenza y duele, apuntó al recordar que la Iglesia católica celebró ayer en todo el mundo una jornada en favor de los migrantes y los refugiados.

En conferencia de prensa que ofreció después de oficiar misa en la catedral de San Cristóbal, dijo que los esfuerzos de los gobiernos estatal y federal para proteger a los migrantes son insuficientes. Además pidió no olvidar a los refugiados guatemaltecos que llegaron a México en la década de 1980 y decidieron no retornar a su país.

Pide perdón Iglesia católica

En San Luis Potosí, el arzobispo Luis Morales expresó: La Iglesia pide perdón por el maltrato a los migrantes, por lo que urge concretar una política en favor de éstos, cuya legislación sea más humana, justa y equitativa, ya que no son delincuentes. El prelado se dijo preocupado por el maltrato, la falta de respeto, los golpes y las miradas de desprecio de los población potosina contra esas personas, que sólo buscan un empleo.

Ningún ser humano debe ser golpeado, ningún ser humano es ilegal ni merece ser tratado así, señaló el arzobispo, quien agregó que, históricamente, la humanidad siempre ha sido migrante.