Los camiones recolectores continuaron con el traslado de basura al Bordo Poniente durante el fin de semana, aun cuando ya se cuenta con la autorización para depositarla en Ixtapaluca y el secretario de Obras y Servicios, Fernando Aboitiz, se comprometió a que se limpiaría.

De acuerdo con algunos trabajadores en el relleno sanitario, cerrado el pasado 19 de diciembre, se contabilizan más de 15 mil toneladas de residuos mezclados, que han creado grandes montañas y no sabemos cuándo empezarán a llevárselos, porque siguen acumulándose.

Las autoridades capitalinas anunciaron que ya no iba a funcionar ese sitio, únicamente en situaciones de emergencia, pero en los hechos los camiones seguimos descargando aquí, como en las plantas de Santa Catarina y San Juan de Aragón, aunque en éstas la cantidad de basura es menor, comentaron.

Igualmente, los problemas en las estaciones de transferencia continúan, explicaron los trabajadores –quienes pidieron el anonimato para evitar represalias–, aunque en menor medida, pues los tiempos de espera se mantienen entre tres y cuatro horas, lo que impide dar una segunda vuelta en las colonias y ganar más con las propinas y la venta de botellas de plástico, papel y latas.

Consideraron que la posibilidad de escalonar horarios no es factible, porque la recolección de basura –en las mil 730 rutas en que está dividida la ciudad– es en la mañana y funciona bien, el problema está en que las cajas de trailéres son las mismas, así como el tiempo que hacen a Ixtapaluca, Cuautitlán o Xonacatlán, para dejar la basura.

El titular de Obras señaló que el viernes concluyeron los trabajos para poner en funcionamiento la segunda fase del Centro Integral de Reciclaje y Energía (CIRE) en la planta de San Juan de Aragón, para reducir el volumen que se envía a disposición final diariamente y que oscila entre 2 mil 500 y 3 mil toneladas, mediante la recuperación de los desechos de valor calórico.