Preocupación ante el posible resurgimiento de la violencia entre las vertientes musulmanas
Un atacante se hizo estallar durante la distribución de alimentos a los peregrinos chiítas; hay 137 heridos
Domingo 15 de enero de 2012, p. 22
Bagdad, 14 de enero. Al menos 53 personas murieron, entre ellas muchos niños y mujeres, y 137 resultaron heridas este sábado en un atentado suicida en Irak, en plena conmemoración del Arbain, una de las principales celebraciones religiosas de los creyentes chiítas.
El atentado explosivo se produjo por la mañana en las afueras de la ciudad de Basora, 450 kilómetros al sur de Bagdad, durante la distribución de alimentos a los peregrinos que se dirigían hacia un lugar dedicado al imán Alí, figura esencial del Islam chiíta.
Según un testigo, Kazem Naser, de 42 años, un soldado vio al sospechoso, que distribuía víveres a los fieles, e intentó controlarlo, pero no lo logró ya que el atacante se hizo estallar en momentos en que pasaba un grupo de mujeres y niños
. Muchos de ellos figuran entre los muertos, dijo el testigo.
Riyadh Abdul-Ameer, director de la oficina sanitaria de Basora, dijo a los medios que la explosión mató al menos a 53 personas, y que 137 resultaron heridas.
Las fuerzas de seguridad sellaron el principal hospital en Basora, ante el temor de más ataques.
Los familiares de los fallecidos acudieron al centro de salud, mientras soldados, policías y civiles trasladaban allí a las víctimas. Algunos de los heridos también fueron llevados en camiones.
En tanto, cerca de la ciudad de Mosul murieron tres policías en otro atentado, informaron las fuerzas de seguridad. Al parecer también vigilaban a los peregrinos que visitaban un santuario cercano.
Los atentados son frecuentes en este periodo de conmemoraciones religiosas, pese a las muy estrictas medidas de seguridad.
Decenas de peregrinos chiítas que se dirigían a la ciudad santa de Kerbala resultaron muertos en atentados estos últimos días. El ataque más sangriento causó 47 víctimas mortales el 5 de enero cerca de la sureña ciudad de Nasiriya.
Sin embargo esta ola de violencia no desanima a millones de chiítas a dirigirse, a menudo a pie, hacia Kerbala, una tradición secular que fue interrumpida durante el régimen del derrocado y ejecutado presidente de Saddam Hussein.
Esas peregrinaciones proceden de todas las provincias iraquíes, y además este año hay 35 procesiones árabes y extranjeras, de China, Pakistán, Bahrein, Irán, Líbano, Arabia Saudita, Kuwait, Tanzania, India e iraquíes del extranjero
, según algunos analistas.
En total, unos 15 millones de peregrinos hicieron este año el viaje, según las autoridades locales. Los chiítas representan 15 por ciento de los musulmanes en el mundo y son mayoritarios en Irak.
Esta ola de atentados se produce en plena crisis entre los bloques políticos sunita y chiíta de Irak. Varios dirigentes de ambas vertientes ya habían expresado en las últimas semanas la preocupación ante la posibilidad de un resurgimiento de ola de violencia confesional que ya dejó decenas de miles de muertos entre 2006 y 2007.
Desde la retirada de las últimas tropas estadunidenses a finales de 2011, Irak se ha visto azotado por una serie de atentados graves.
El conflicto paraliza también al gobierno iraquí. Los chiítas constituyen cerca de dos tercios de los 30 millones de iraquíes. De ellos, casi un tercio es sunita.