La Reina Roja, una tumba real en Palenque detalla el descubrimiento realizado en 1994
El libro concluye que la osamenta cubierta de cinabrio pertenece a la esposa del rey Pakal II
Domingo 15 de enero de 2012, p. 3
Las investigaciones realizadas en torno al hallazgo de la osamenta de la emblemática Reina Roja, descubierta en Palenque en 1994, son publicadas y descritas por Arnoldo González Cruz en un libro que aborda uno de los hallazgos que marcaron la historia de la arqueología contemporánea.
En el libro La Reina Roja, una tumba real en Palenque, coeditado por Turner y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, González Cruz describe en 12 capítulos los estudios que se han practicado desde entonces a la osamenta hallada en el templo XIII de ese sitio chiapaneco.
El autor deja entrever que luego de 17 años de estudios multidisciplinarios, los restos óseos de la mujer, cubiertos con cinabrio (mineral rojo) pertenecen a la esposa del Rey Pakal II y no a la progenitora del mismo jerarca, como publicó este diario el pasado 9 de diciembre.
Incluso, subrayó, pese a los avances de las nuevas investigaciones, la biografía de la Reina Roja no concluye con este volumen, dijo Arnoldo González, porque es probable que en un futuro cercano se generen nuevos datos arqueológicos que permitan relacionar a la reina con algún integrante de su familia
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González Cruz recrea para los lectores el célebre descubrimiento que marcó la historia de la arqueología mexicana; además, presenta 175 fotografías, 25 dibujos y siete mapas que muestran los aspectos más relevantes de la vida cotidiana de los antiguos habitantes de Palenque, así como el desarrollo de esa mítica civilización, desde el año 100 aC al 900 dC.
González Cruz, quien fue el director de las excavaciones realizadas en el templo XIII, describe cuáles fueron los usos y costumbres, las creencias y ritos funerarios del periodo clásico de la civilización maya, a la par que profundiza en la identidad e historia del enigmático personaje, cuyos restos estaban cubiertos por cinabrio.
El especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) recordó que el nombre de Reina Roja fue puesto a la osamenta por la cubierta de polvo de cinabrio color rojo intenso, hallada al interior de una estructura que se encuentra precisamente junto al Templo de las Inscripciones, donde está la majestuosa tumba del rey Pakal.
Sobre el volumen, el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma explicó: Arnoldo nos lleva de la mano por la selva palencana para darnos, primeramente, el entorno en el que se desenvuelve la ciudad de una reina, sugestivo título para el primer capítulo en el que habla de los pormenores de la misma: su topografía, geología, clima, fauna y flora, para dar el paso al hombre maya, hacedor de Palenque
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El aspecto físico de los mayas, prosiguió Matos Moctezuma, nos es dado por los estudios que se han practicado en los restos óseos y en las mismas representaciones que sus artistas han dejado
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El investigador emérito del INAH dijo que la información contenida en el volumen gira en torno a las referencias sobre el tema de la muerte, las prácticas funerarias y la descripción de los entierros encontrados en Palenque en cualquiera de sus modalidades.
Matos citó al autor: Se puede decir que las excavaciones en Palenque, desde el primer reconocimiento formal realizado por Franz Blom entre 1922-1923 hasta el presente, ha permitido recuperar 138 tumbas, tanto en estructuras del área central de la ciudad como en conjuntos residenciales de su periferia
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A lo largo de la obra, explicó Matos Moctezuma, el lector se entera de las diversas disciplinas que proporcionaron información tras el análisis de la tumba y de la osamenta. También hubo una reconstrucción facial basada en el cráneo y se detallan sobre algunas representaciones en tableros palencanos que sugieren que la Reina Roja podría tratarse de la esposa de Pakal.
A lo anterior –prosiguió– se suman los análisis de ADN y de carbono 14 practicados en los restos, incluso el estudio del material cerámico asociado a la tumba, que en algunos casos coincide con el hallado donde reposa el Rey Pakal.
Además, el estudio epigráfico permite ver que la esposa de Pakal murió el 13 de noviembre del año 672 dC y debió tener en ese momento alrededor de 50 o 60 años de edad, lo que encaja perfectamente con las fechas propuestas
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En conclusión, manifestó Matos, fundador y coordinador del Proyecto Templo Mayor, Arnoldo González plantea que “todo apunta a considerar que estos análisis, además de los estudios en antropología física, epigrafía y la temporalidad de los materiales arqueológicos encontrados en la tumba, indican que la señora Tz’ak-b’uAjaw parece ser la candidata que ocupó el sarcófago del templo XIII”.
Sobre el descubrimiento, el arqueólogo recordó que se llamó Reina Roja a los restos óseos de una mujer que fueron hallados en un sarcófago monolítico que estaba acompañado por ofrendas conformadas por piezas de jadeíta y una máscara elaborada en malaquita, la cual estaba recubierta por tres centímetros de grosor de cinabrio.
En La Reina Roja, una tumba real en Palenque también se muestran los análisis de la posición que guardaban los materiales arqueológicos contenidos en el entierro de la Reina Roja, la descripción de las ofrendas asociadas y su posible significado. Además de los estudios de las máscaras de mosaicos descubiertas en la tumba y las similitudes y diferencias que guardan entre sí la tumba de la Reina Roja y la de Pakal II.
Los títulos de los 12 capítulos que se encuentran ilustrados con atractivas fotografías e imágenes son: La ciudad de una reina, Muerte en Palenque, Un templo al descubierto, Abriendo un sarcófago, Una tumba para la eternidad, Pistas enterradas, Teselas en el tiempo, Tránsito al inframundo, Tras las huellas de una reina, La Reina Roja y su relación con Pakal y Reflexiones finales.