Extirpada la tiroides, los médicos constataron que ya no tiene cáncer
Viernes 13 de enero de 2012, p. 31
Buenos Aires, 12 de enero. A la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner le encontraron dos nódulos cuando le extirparon la glándula tiroides el pasado 4 de enero, y los cirujanos y médicos que la atendieron confirmaron hoy que no existen elementos suficientes
surgidos del examen y de la revisión de los preparados de la punción citológica que obligaran a modificar el diagnóstico inicial de carcinoma papilar ni la indicación de la cirugía programada
.
De acuerdo con el informe, se determinó que en uno de ellos existía una neoplasia folicular sospechosa
de malignidad y que después de la cirugía y la biopsia por congelación se constató que la mandataria no tiene cáncer.
Este diagnóstico lo ratificaron hoy los médicos del hospital Austral, donde intervinieron a la mandataria, y en el primer informe después de la cirugía se mencionó que no existían células cancerígenas. Al extirpar ambos nódulos se evita el peligro de que se pudiera desarrollar un cáncer.
La mandataria informó que está en franca recuperación
luego del diagnóstico posterior a la operación, en su segundo informe por la red social Faceboock. Los médicos que la tratan confirmaron que responde en forma óptima al tratamiento para compensar la extracción de la tiroides
, mientras continúa su recuperación en la residencia presidencial.
Se ratificó que no necesita realizar una terapia con yodo radiactivo, una vez que el diagnóstico definitivo descartó la presencia de células cancerígenas.
En el contexto de una serie de especulaciones de los medios de comunicación y políticos opositores de si había sido equivocado el primer diagnóstico por punción, que siempre tiene un margen de error, los médicos salieron al paso de una situación que dejó en evidencia la miseria política de una oposición que llegó a sugerir que la mandataria había utilizado el tema del cáncer e incluso se llegó a dudar de la necesidad
de extirparle la tiroides, como se denunció en estas horas.
Una guerra mediática comenzó inmediatamente después de conocerse que la operación liberaba a Fernández de Kirchner de la posibilidad de desarrollar cáncer y dio lugar a una verdadera competencia de opiniones que mostró una degradación opositora pocas veces vista en Argentina.
Varios analistas recordaron que entre los que opinaron había muchos sectores que avalaron en 1952 aquella frase terrible de viva el cáncer
que se escribió en las paredes de Buenos Aires cuando murió Eva Perón.
Mientras algunos medios y sectores de la oposición construyen libremente hipótesis de todo tipo alrededor de la salud de Cristina Kirchner, médicos expertos en endocrinología aseguraron a Página/12 que un cambio en el diagnóstico como el de la presidenta es posible y avalaron la extirpación total de la glándula tiroidea como el mejor tratamiento
ante esos casos, y advirtieron sobre la gravedad de opinar respecto de la salud de personas a las que no se atiende como pacientes.
La mandataria sigue constantemente los asuntos clave para el gobierno, entre los cuales está el caso que en estas horas volvió a enfrentar a Argentina con Gran Bretaña, en momentos en que el país ha recibido la notas oficiales de los gobiernos del Mercado Común del Sur y otros latinoamericanos en torno a la decisión de no permitir que atraquen barcos con la bandera de la islas Malvinas, ocupadas colonialmente por los ingleses desde 1833.
Se sabe que la presidenta analizó personalmente los últimos comunicados de la cancillería argentina sobre el tema y agradeció la solidaridad recibida.
Existe aquí en general un especial agradecimiento a la actitud del gobierno de Chile, ya que se recuerda la ayuda brindada por el fallecido dictador Augusto Pinochet a Gran Bretaña en la guerra contra Argentina, cuando la junta militar recuperó las islas en abril de 1982 y poco tiempo después llegó la flota inglesa, librándose una guerra dispar que dejó centenares de víctimas y terminó con la derrota local en junio de ese año.