Puebla, Pue., 10 de enero. El precandidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, planteó que el país requiere una nueva alternancia política, que pase por la aplicación de una estrategia de Estado para combatir a la delincuencia organizada, debido a que la política del gobierno de Felipe Calderón ha sido insuficiente y pobre y mantiene a México lastimado.

Durante sendas reuniones con dirigentes y legisladores priístas y con la estructura de promoción electoral en la entidad, Peña Nieto cuestionó que en poco más de una década de gobiernos panistas, el saldo sea de 5 millones de nuevos pobres y un déficit de 2.8 millones de empleos.

En ambos encuentros resaltó la presencia del ex gobernador Mario Marín Torres, a quien en un entramado para castigar a la periodista Lydia Cacho, el empresario poblano Kamel Nacif lo definió como “mi góber precioso” y “tú eres el héroe de esta película, papá”, en llamadas telefónicas que La Jornada publicó en 2006.

Este lunes, la reaparición de Marín se dio de la mano del dirigente estatal y diputado federal Juan Carlos Lastiri, quien lo invitó primero al denominado encuentro por la unidad priísta y más tarde al centro de convenciones de esta ciudad.

Cuando se mencionó al ex gobernador, los integrantes del movimiento Antorcha Campesina lo ovacionaron, pero desde la parte de atrás del salón surgió una silbatina.

También, durante el encuentro con la estructura estatal de promoción, estudiantes de la Universidad Autónoma de Puebla exigieron a Peña Nieto frenar la reforma al artículo 24 constitucional, que adicionó la libertad religiosa”, y está a discusión como minuta en el Senado.

Los jóvenes desplegaron mantas, pancartas y portaron camisetas en las que se leía No al 24 y ¿Religión en las escuelas públicas? También exclamaron: ¡Estado laico, Estado laico! Ante los gritos, el precandidato priísta les pidió bajar las mantas para permitir que continuara su discurso. Ya los vi, ya los vi, dijo.

Por otra parte, en su discurso destacó que los sondeos de opinión lo mantienen adelante en las preferencias, pero pidió a los militantes no confiarnos ni echar las campanas al vuelo.

Más que confianza, expresó, esto debe generar en el PRI un compromiso de cambiar las políticas y cumplir con la misión histórica de recuperar la esperanza para México.

Recomendó a los priístas no dedicar tiempo a las críticas que le hacen por sus dislates, que iniciaron cuando no pudo citar el nombre de tres libros y autores que marcaron su vida.

Que no nos preocupe el tiempo que nuestros adversarios ocupan para este tema. No cedamos y no caigamos en las provocaciones ni en cómo nos señalan y nos descalifican.

Peña Nieto afirmó que en la elección de julio no sólo está en juego la Presidencia de la República, sino redefinir el rumbo del país para construir lo que no se tiene: educación superior para los jóvenes y futuro para los niños.

De la misma forma que lo hacía el ex presidente Carlos Salinas en las semanas de Solidaridad, cuando citaba que al pie del templete se encontraba niñas y mujeres que le decían señor Presidente, no tenemos agua, hoy Peña Nieto expresó: “esta elección tiene que ver con lo que queremos para nuestros hijos. Como una señora me dijo: ‘le pido que piense en nuestros hijos’”. Con el PRI, dijo, sí hay esperanza.