Damasco, 7 de enero. Miles de sirios participaron hoy en los funerales oficiales y populares de las 26 personas muertas en el atentado suicida con explosivos de ayer en el centro de Damasco, en donde sobresalían banderas del país y fotos del presidente Bashar Assad y consignas que decían Que Dios proteja a Siria y su soberanía.

La televisión estatal mostró el cortejo en medio de fuertes medidas de seguridad, donde vehículos llevaban los ataúdes, envueltos en banderas, rumbo a una mezquita en la capital del país después de haber avanzado por las calles, en donde había multitudes de dolientes, que también se desplazaban junto a los féretros.

La ceremonia comenzó tras el rezo del mediodía en la mezquita Al Hasan, en el histórico distrito de Midán, en cuya zona un atacante suicida hizo estallar explosivos que portaba frente a una estación de policía y una escuela de educación básica, provocando 26 muertos y 63 heridos, en lo que constituyó el segundo atentado de ese tipo en las dos últimas semanas.

El mufti de Damasco, Bashir Eid, pronunció un discurso en la mezquita frente a varios ministros, responsables políticos y los fieles. Afuera, miles de sirios lanzaban gritos de apoyo a Assad.

El primer ministro, Adel Safar, declaró que la paciencia y la habilidad del pueblo sirio de resistir y permanecer firme hará fracasar toda conspiración. Afirmó que Siria avanzará en las reformas pese a las fuerzas que intentan destruir al país, y subrayó que la historia recogerá los sacrificios de quienes murieron en este ataque.

Irán, el principal aliado de Siria, calificó lo ocurrido de atentado terrorista y abogó por la unidad y la vigilancia de los sirios frente a quienes piensan únicamente en la guerra civil, en desmembrar al país y someterlo a las exigencias del eje de Estados Unidos y los sionistas de Israel.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, expresó también su más contundente e inequívoca condena al atentado, que calificó de odioso acto de intimidación que no logrará quebrantar la voluntad del pueblo sirio, y envió sus condolencias y solidaridad al pueblo y familias de las víctimas.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y el Consejo de Seguridad del organismo manifestaron su seria preocupación por la situación en Siria, que se está deteriorando. Toda violencia es inaceptable y debe ser frenada, dijo Ban.

Por último, el líder de la Liga Árabe, Nabil Araby, condenó la explosión terrorista y expresó su gran preocupación por la escalada de violencia en Siria.