El precio de ambos granos será el mismo que el del pollo, prevé
Sábado 7 de enero de 2012, p. 2
La producción nacional de maíz y frijol caerá este año entre 30 y 50 por ciento, lo cual prefigura una catástrofe alimentaria que corre el riesgo de extenderse con mayor fuerza el año próximo, afirmó el secretario de Agricultura del gobierno de Sinaloa, Juan Guerra Ochoa.
Sinaloa es el estado productor de alimentos más importante del país.
El responsable de las actividades agrícolas en esa entidad consideró que la política del gobierno federal de subsidiar los comestibles y no canalizar recursos a la inversión productiva ha conducido a México a una fase en que la emergencia alimentaria está en camino de convertirse en problema de seguridad nacional.
En entrevista, Guerra Ochoa explicó que el único camino para resolver la carencia alimentaria es la aplicación de recursos en programas de entubamiento de agua potable, de estímulo a la producción de ganado y de generación de tecnología para incrementar la producción alimentaria. Todo eso por encima de la obtusa política de subsidio a los alimentos, que sólo ha conducido a la enorme dependencia que hoy pesa sobre el país respecto de otras naciones productoras.
Previó que el kilo de frijol y maíz podrá ubicarse en los próximos meses al precio del kilo de pollo, lo que implicará que millones de familias dejen de consumir los dos granos más importantes en la alimentación nacional.
–¿El campo se ha convertido en tema de seguridad nacional?
–Como consecuencia de que tuvimos las peores catástrofes en el país, con la sequía, las heladas e inundaciones, no vamos a tener los frijoles que requerimos. Tendremos un déficit superior a 30 por ciento.
“No producimos maíz suficiente, y ahí el déficit puede irse de 30 a 50 por ciento. En el ámbito internacional ya no existen los enormes inventarios de países como Estados Unidos y Argentina, no tienen ni el frijol ni el maíz necesario para la demanda.
En Sinaloa, como consecuencia de que resembramos y no hay agua en las presas, vamos a producir menos de la mitad del maíz que producíamos año con año en el ciclo otoño-invierno. De los 5 millones de toneladas, este año nos iría muy bien si llegamos a las 2 y media, porque no tenemos agua. Por eso en Sinaloa los productores aceptaron pagar una contribución adicional de uno por ciento del valor de su producción, siempre y cuando se etiquete esto para entubar 8 mil kilómetros de una red secundaria de lo que son los canales secundarios. Es una inversión de 15 mil millones de pesos, pero la gente está dispuesta.
–¿Qué política pública tiene que aplicarse para resolver esta situación?
–Primero, desechar el dogma de que el mercado planifica por nosotros. Seguimos necios en no planificar y estar sujetos a los vaivenes coyunturales del mercado. Eso lo promovió Carlos Salinas, y ahora lo han continuado los gobiernos actuales.
–¿La emergencia alimentaria se convertirá en tema de seguridad nacional?
–Tenemos una enorme presión sobre los precios de los alimentos que consume la mayoría de los mexicanos, por la falta de inventarios, y el problema es que no podemos decir que nos recuperaremos el próximo año. En Sinaloa, por ejemplo, si no nos llueve, vamos a tener sólo lodo en las presas. No va a haber manera de sembrar nada. Es un asunto de interés nacional.