En San Antonio, Texas, Julio César Chávez Jr. anunció ayer formalmente su próximo combate ante Marco Antonio Veneno Rubio, y aseguró que subirá a morirse al cuadrilátero.

Fue la confirmación oficial de la segunda defensa del título mediano del Consejo Mundial de Boxeo y la más polémica, porque al hacerlo estaría eludiendo la pelea contra el argentino Sergio Maravilla Martínez, quien había renunciado a ese título con la promesa de que sería considerado retador oficial del junior en 2012.

La pelea ante el sudamericano era obligatoria, luego de una votación unánime realizada en diciembre pasado en Las Vegas, pero ya había indicios de que Chávez estaba más interesado en otros contrincantes que parecían más atractivos para los intereses del promotor Bob Arum.

A punto de abordar un vuelo, José Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), respondió a lo que considera un acto de indiferencia hacia el organismo que preside y que avala el cinturón de monarca que ostenta Chávez.

Hasta el momento no existía ninguna petición por escrito para autorizar la pelea, como manda el reglamento del organismo, y sin solicitud no hay autorización, estalló el dirigente.

No me gusta amenazar a nadie; en el caso de Arum no es así..., hizo una pausa para recalcar: Es un hecho.

Sulaimán sostuvo que quien no respete el reglamento no tendrá el apoyo del CMB: Y eso va para todos: promotores y boxeadores.

Hacer el combate supone también no obedecer el mandato del organismo de enfrentar a Maravilla Martínez, un pugilista que el pasado 30 de diciembre convocó a una conferencia de prensa, en la que anunció su renuncia al cinturón de diamante del CMB (título honorario), y acusó de ser utilizado como rehén por Bob Arum, la cadena televisiva HBO y el propio organismo de boxeo.

Chávez Jr. y el Veneno Rubio pelearán el 4 de febreroFoto Notimex

Sulaimán no quiso responder a las quejas del argentino porque consideró que fue movido por un momento de coraje al sentirse utilizado. Martínez aceptó dejar el título que había conquistado para abrir el camino a Chávez Jr., pero con la condición de que volvería a contender por él en este año. Es decir, con la promesa de que le darían la oportunidad de pelear por lo que había abandonado para que un tercero pudiera ser monarca.

No sé qué decir, la verdad, dijo un Sulaimán muy parco al respecto, pero no dudó en sostener que la carrera de Chávez quedaría en entredicho si se resiste a enfrentar al rival obligatorio.

“Si Chávez no acepta pelear contra Martínez mucha gente cuestionará su campeonato. Si realmente quiere ser monarca del mundo debe enfrentarse a Maravilla”, advirtió.

Pese a que ya se hizo el anuncio del combate entre Chávez y Veneno Rubio sin consentimiento del CMB, Sulaimán confió en que todo se arreglará entre las partes involucradas.

–¿Cómo será ese arreglo? –se le preguntó vía telefónica.

–Eso ya será en el dominó que se juega sobre la mesa –respondió entre risas.

En medio de todo, Sergio Maravilla Martínez parece una víctima de decisiones. El 30 de diciembre explotó contra los actores que desde su perspectiva lo han utilizado como una pieza de ajedrez para beneficiar la carrera de Chávez Jr. Ese día dijo que no sería más un rehén del CMB y menos un peón para terceros y advirtió: Esto puede herir de muerte a nuestro deporte.