La policía capitalina aplicó ayer 260 multas a automovilistas durante el operativo Regreso a clases. Las personas sancionadas fueron padres de familia que cometieron distintas violaciones al Reglamento de Tránsito, por estacionarse en las inmediaciones de planteles educativos, estorbar entradas, rampas para discapacitados, entre otras faltas.

En diez de los casos, los automóviles fueron trasladados al corralón, ya que no pagaron la multa en el lugar donde se levantó la boleta de sanción.

La Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal informó que el operativo empezó a las 6 horas de ayer y concluyó en el turno vespertino. El objetivo fue proteger a alumnos y padres de familia, agilizar la vialidad y controlar el estacionamiento en vialidades aledañas a planteles educativos oficiales y particulares.

Sin embargo, este diario pudo constatar que diversas calles y avenidas lucían congestionadas a raíz del regreso a clases de más de un millón de estudiantes de prescolar, primaria y secundaria en la capital del país, a pesar de que, según profesores y padres de familia, el ausentismo prevaleció.

En el caso de vialidades como Insurgentes Sur, Circuito Interior, División del Norte y calzada de Tlalpan, con dirección al Centro Histórico, se apreciaron intensa carga vehícular, y aunque en algunos casos el tránsito era fluido, resultó evidente el aumento de automóviles. Se nos acabaron los días tranquilos, lamentó un taxista.

Las bajas temperaturas de ayer no impidieron que avenidas como Gabriel Mancera, en la delegación Benito Juárez, a las 8 de la mañana pareciera un gran estacionamiento, según automovilistas, y pese al trabajo de varios policías de tránsito, la afluencia vehicular era mínima.

De nuevo al estrés y otra vez al tráfico de todos los días, lamentó Octavio Salazar, padre de familia que llevó a sus dos hijas que cursan el cuarto y quinto grado de primaria en una escuela de la zona. Ahora el problema será llegar al trabajo, agregó.

Con información de Mariana Suárez