Santiago, 2 de enero. Los incendios que afectan desde el pasado fin de semana a diversas localidades de la provincia de Ñuble, en la Región del Biobío, llevaron al presidente de Chile, Sebastián Piñera, a declarar zona de catástrofe las comunas de Quillón, Ránquil, Florida y San Rosendo, mientras se declaraba otro foco en la región del Maule.

Los incendios, que habrían arrasado hasta ahora 23 mil hectáreas, causaron también la muerte de una persona, un anciano que no quiso salir y pereció quemado en su casa.

Piñera, de visita en la zona, evaluó con representantes de los órganos de emergencia la situación que se vive ante el avance de las llamas, y explicó que en las comunas de Florida y Quillón arrasaron en las últimas horas unas 10 mil hectáreas.

El mandatario declaró zona de catástrofe para agilizar la ayuda para la reconstrucción y recuperar también los medios de trabajo perdidos, pues el fuego quemó desde el martes más de 100 viviendas, provocó el desalojo de 500 personas y arrasó con una planta de paneles de la empresa Celulosa Arauco.

El incendio arreció en las últimas horas debido al fuerte viento y las altas temperaturas que se registran en la zona, los mismos factores que ayudaron a expandir las llamas en el parque nacional Torres del Paine, en la Patagonia chilena.

El siniestro empezó el martes pasado en Torres del Paine. Cuatro de sus seis focos activos están en proceso de control, indicó Piñera.

Las autoridades han acusado al ciudadano israelí Rotem Singer, de 23 años, de haber causado el fuego en Torres del Paine al haber actuado de forma negligente por no apagar completamente un rollo de papel higiénico, aunque él niega los cargos. El sábado el joven fue detenido y liberado provisionalmente a las pocas horas, aunque quedó impedido de abandonar la región.

Esta mañana, Piñera anunció la presentación de un proyecto de ley para endurecer las penas contra responsables de incendios de formas deliberada, que pasarán de 61 días a cinco años de cárcel.