Nueva York, 26 de diciembre. El organismo de análisis macroeconómico The Conference Board estimó entre 15 y 20 por ciento las probabilidades de que la crisis en Europa empeore a grado tal que arrastre a la economía de Estados Unidos a una nueva recesión en 2012.

Si una parte significativa del dinero que bancos estadunidenses han prestado a Europa no puede ser cobrada, o si de alguna manera hay un congelamiento del financiamiento mundial, sería negativo para Estados Unidos y podría causar una nueva recesión, advirtió el economista en jefe del organismo, Ken Goldstein.

En entrevista, el funcionario del organismo encargado de medir la confianza de los consumidores estadunidenses y de los principales indicadores de la economía, alertó que la situación en Europa empeorará en 2012 antes de comenzar a mejorar.

Goldstein destacó que la clave para que la economía de Estados Unidos pueda remontar la posibilidad de decrecimiento sería el gasto de los consumidores, aunque en meses recientes el consumo ha sido posible mediante el uso de ahorros y crédito.

Por ello, los primeros dos trimestres de 2012 podrían ser claves para la recuperación estadunidense, pues los consumidores tendrán que reactivar la demanda en un escenario de escasos ahorros y muchas deudas personales, aseveró.

El secreto número uno para la recuperación es la demanda de los consumidores en Estados Unidos. No serán la crisis en Europa ni el melodrama de los desacuerdos políticos en Washington, comentó el economista.

Otra recomendación para la economía estadunidense durante 2012 será el empuje que tenga Asia, en particular China, lo que podría contrarrestar los efectos negativos de la inestabilidad europea. El economista calculó que Estados Unidos crecería en 2012 a una tasa similar a la del año que está por terminar, alrededor de 1.8 por ciento, mientras Europa registraría un decrecimiento de 0.4 por ciento el año próximo.

Para México, Goldstein proyectó un escenario económico con menos problemas que para Estados Unidos, debido a que estimó un aumento en los precios del petróleo y un repunte del gasto en infraestructura, lo que impulsaría el crecimiento.

Las perspectivas para la economía de Estados Unidos en 2012 están bien, pero las de México están un poco mejor que bien, enfatizó Goldstein.

No obstante, insistió, será clave saber cuánto durará y qué tan profunda será la recesión en Europa para conocer su efecto real en la economía mundial en 2012.