Ante el cierre del Relleno Sanitario Bordo Poniente, el gobierno del estado de México enviará basura orgánica a la planta de composta que se tiene ahí para que sea utilizada en sus áreas jardinadas, mientras el Distrito Federal canalizará residuos inorgánicos para que en plantas separadoras sean elegidos los de mayor valor calorífico y reutilizados como insumos de combustión de hornos para la fabricación de cemento en plantas propiedad de Cemex, firma con la que se tiene un convenio de participación.

El director de transferencia general de disposición final de la Secretaría de Obras, Rosalío Nava, señaló que ante el aumento en el tiempo de entrega de la basura en los centros, de dos a cuatro horas o más, se hacen ajustes para que en una semana quede normalizado el proceso, aunque el número de camiones en fila ayer fue menor respecto del martes en San Antonio y Coyoacán.

Mencionó que, después de dos revisiones efectuadas por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), se emitió una primer acta en la que dice “que estamos por abajo –600 toneladas– de lo autorizado en el convenio firmado con la Comisión Nacional del Agua de depositar 4 mil 700 toneladas, por lo que estamos cumpliendo, y estas acciones conjuntas para el manejo integral de los residuos sólidos entre ambas entidades nos ayudará”.

La demora de entrega de los residuos en los centros de transferencia originó que el número de rutas que habitualmente recorre un camión recolector disminuyeran, y se habilitaran tres tipos de unidades: de carga trasera, trascabos y los rolos para evitar que la ciudadanía tire los desechos en las calles de la capital.

Autoridades de las delegaciones políticas señalaron que los camiones tardan en dejar la carga entre 6 y 7 horas, sobre todo en el local ubicado en la Central de Abasto, donde depositan los desperdicios los comerciantes y las delegaciones Iztacalco e Iztapalapa, aunque la situación no es grave, porque se hizo en periodo vacacional, pero se requieren ajustes.