Según elementos de la SSP-DF sólo funcionaba una de las videocámaras de la zona
Jueves 22 de diciembre de 2011, p. 36
Tuvieron que pasar 24 horas de la agresión de vendedores ambulantes al fotógrafo de La Jornada Francisco Olvera Reyes para que el Ministerio Público solicitara oficialmente los videos de las cámaras de vigilancia instaladas en la zona de Eje Central y 16 de Septiembre.
De esta manera, se informó en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), se está a la espera de que la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) capitalina entregue las imágenes para su análisis con el propósito de ubicar a los agresores, quienes aparentemente pertenecen al grupo de Alejandra Barrios.
Por otra parte, el jefe de la policía del Distrito Federal, Manuel Mondragón y Kalb, señaló que fue un elemento de la policía de tránsito adscrito a la zona quien logró rescatar al reportero gráfico de este diario cuando era golpeado y despojado de algunas de sus pertenencias por al menos 10 jóvenes.
Incluso, resaltó, el uniformado también resultó con golpes en el rostro propinados por los agresores, quienes se dieron a la fuga cuando se percataron de que decenas de agentes policiacos se acercaban para apoyar a su compañero.
La PGJDF espera que a la brevedad le sean entregados los videos de las dos cámaras del Proyecto Bicentenario instaladas en la zona, aunque, a decir de los mismos elementos de la SSP, sólo una, la 2505, funcionaba al momento en que pasaron los hechos.
Mientras tanto, agregó la dependencia, agentes de la policía de investigación han realizado inspecciones en la zona donde ocurrió la agresión contra Olvera Reyes en busca de indicios que permitan identificar a los vendedores agresores.
Alrededor de las 13 horas del pasado martes, Francisco Olvera se encontraba en Eje Central Lázaro Cárdenas a la altura de la calle 16 de Septiembre realizando un trabajo sobre el comercio informal en el Centro Histórico de la ciudad, cuando un grupo de al menos 10 jóvenes intentaron despojarlo de su cámara fotográfica.
Durante al menos tres minutos los agresores propinaron puñetazos y patadas en cuerpo y cara del fotógrafo, al tiempo que le arrebataron su equipo de trabajo (una cámara G12 y un flash), así como sus anteojos y un reloj pulsera, hechos por los que presentó una denuncia penal por lesiones y robo contra quien resulte responsable.