El Movimiento de Unidad Social por un Gobierno del Pueblo, la Central de Organizaciones Campesinas y Populares (Cocyp), Alianza de Tranviarios de México y Jubilados y Pensionados del Sindicato Ferrocarrilero exigieron el desafuero y la renuncia del gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, por la represión y asesinato de dos estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa.

El gobernador debe renunciar al cargo y someterse a la investigación correspondiente para establecer su grado de responsabilidad en los hechos; en caso de que no lo haga, que intervenga el Congreso de la Unión, señalaron en conferencia de prensa.

También demandaron que el Poder Judicial de Guerrero y la Procuraduría General de la República detenga a todos los policías federales, estatales y ministeriales que participaron en la represión y asesinato de los estudiantes.

Si Aguirre Rivero no renuncia y tampoco interviene el Congreso de la Unión, habrá una movilización social en Guerrero y diversos estados del país, advirtió José Jacobo Femat, dirigente de la Cocyp.

Asimismo, se pronunció contra la creación de una comisión ciudadana para coadyuvar a esclarecer los hechos y para que se haga justicia. No dudo de la calidad moral de Javier Sicilia, Clara Jusidman, Emilio Álvarez Icaza y Javier Morlet, pero la historia nos demuestra que las comisiones creadas para esclarecer asesinatos y desapariciones no han funcionado, porque las mismas autoridades se han encargado de entorpecer su funcionamiento, escondiendo o eliminando pruebas y amenazando a sus participantes. Las comisiones han terminado sin resultados y sin responsables materiales e intelectuales.

Consideró que “se están creando chivos expiatorios para cubrir la responsabilidad de algunos funcionarios, y posiblemente hasta del gobernador”, por eso –insistió– debe dejar su cargo.

Ángel Aguirre es el primer inculpado por su nivel jerárquico en la estructura de gobierno. “Si no estuvo informado de los acontecimientos, como afirma, y no ordenó la represión, también tiene responsabilidad, porque los cuerpos de seguridad del estado tienen funciones y objetivos claros, no se mandan solos.