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Con 186 votos de diputados de la derecha es elegido presidente del gobierno español

Rajoy ofrece volver a crear empleos y pide apoyo a todas las fuerzas políticas

Será difícil, pero tengo ganas, ilusión y determinación para llevar a España adelante, sostiene

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Luego de dos días de debate, el Congreso de los Diputados votó ayer la investidura de Mariano Rajoy (abajo, en el extremo derecho) como nuevo presidente del gobierno españolFoto Xinhua
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 21 de diciembre de 2011, p. 28

Madrid, 20 de diciembre. Mariano Rajoy Brey, notario de 56 años con una larga trayectoria política, fue elegido hoy nuevo presidente del gobierno español, en una sesión en el Congreso de los Diputados en la que recibió el apoyo de los 186 legisladores del derechista Partido Popular (PP) y uno más del ultraconservador Foro Asturias.

El resto de las formaciones se abstuvieron o votaron en contra, después de dos días de debate en los que Rajoy anunció reformas profundas para reducir al mínimo el déficit público y volver a crear empleos. Del histórico conflicto en el País Vasco dijo: es un tema que hay que arreglar.

Rajoy prestará juramento ante el rey Juan Carlos, jefe del Estado, este miércoles, en una formalidad añeja en la que todavía se incluye la Biblia y la cruz para comprometer su lealtad ante la patria. Rajoy se convierte así en el sexto presidente del gobierno desde la restauración de la democracia tras la larga dictadura fascista de Francisco Franco (1939-1975). Antes ejercieron el cargo Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero.

Este político de origen gallego y quien siempre ha militado en formaciones conservadoras, esperó ocho años para ser investido mandatario, después de sufrir dos severas derrotas frente al socialista Rodríguez Zapatero. Pero en los comicios del pasado 20 de noviembre, con la crisis económica y financiera asfixiando al país, Rajoy logró la mayoría más abultada de la derecha, que se suma a un amplio control de las administraciones autonómicas y municipales.

En el debate de investidura Rajoy no logró cosechar adhesiones que consideró importantes para afrontar la nueva etapa para el país, sobre todo en materia económica, por lo que llamó la atención el voto de 149 diputados contra su nombramiento, incluidos 16 de los nacionalistas moderados de Convergencia i Unió (CiU), con los que mantiene una relación abierta de diálogo de cara a una reforma del Estado de las autonomías. También se incluyen los 110 diputados socialistas, además de los parlamentarios de Izquierda Unida (IU), Chunta Aragonesista (CHA), Unión Progreso y Democracia (UPyD), Geroa Bai y Compromis. Se abstuvieron los diputados del Partido Nacionalista Vasco (PNV), de la coalición abertzale (nacionalista) Amaiur y de Coalición Canaria (CC).

Sé que las cosas no están fáciles, pero tengo ganas, ilusión y determinación para llevar a España adelante, afirmó Rajoy tras ser elegido, al tiempo que pidió el apoyo al resto de las fuerzas políticas, organizaciones empresariales y sindicales, y al conjunto de la sociedad para sacar adelante un país que vive en la zozobra del desempleo y los durísimos recortes en servicios públicos.

Rajoy anunciará su gabinete después de que jure ante el rey, pero se asegura que en la cartera económica estará al frente Luis de Guindos, empresario influyente con el que mantiene una larga relación de amistad.

Tenso debate con Amaiur

Además de la votación de investidura, el hecho más destacado de la jornada fue el primer debate de Rajoy con los diputados abertzales de Amaiur, representados por su vocero, Iñaki Antigüedad. El nuevo mandatario español no había dicho nada en su discurso de investidura sobre la situación en el País Vasco, con el conflicto en vías de resolución tras la declaración de cese definitivo de la violencia por parte de ETA y la constitución de una Comisión de Verificación y de Intermediación. El diputado abertzale advirtió a Rajoy que antes o después, estamos condenados a vernos, oírnos y entendernos, sin perder las formas y sin prepotencia.

Los diputados vascos reclamaron su derecho, ganado en las urnas, a ser escuchados, por lo que le pidieron a Rajoy que si tiene alguna duda, acuda al original. Díganoslo con tranquilidad, e insistieron en tender la mano para colaborar en la resolución definitiva del conflicto político. Además reclamaron un viraje en las medidas restrictivas de la política penitenciaria aplicada a los presos de la organización vasca ETA. Rajoy respondió: Yo a usted no le debo absolutamente nada. Ni yo, ni la sociedad española. ¿Qué pasos tengo que dar yo? Tendrán que darlos quienes tienen que darlos: que ETA anuncie su disolución irreversible; ese es el paso que hay que dar.