El gobierno militar denuncia un plan sistemático
contra la seguridad del país
Navy Pillay y Hillary Clinton piden a las autoridades egipcias respeto a los derechos humanos
Martes 20 de diciembre de 2011, p. 23
El Cairo, 19 de diciembre. Al menos tres muertos dejaron hoy nuevos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad egipcias y opositores al gobierno militar en las inmediaciones de la Plaza Tahrir en esta capital, lo que aumentó a 13 el número de víctimas mortales en cuatro días de represión a manifestantes.
Durante la noche del lunes, policías y soldados reprimieron con bastones y gas lacrimógeno a los manifestantes en la plaza Tahrir, centro del levantamiento que derrocó a Hosni Mubarak en febrero pasado.
Cientos de personas volvieron a la plaza por la mañana después que las fuerzas de seguridad se replegaron detrás de barricadas en las calles que llevan al Parlamento, la oficina del gabinete y el Ministerio del Interior.
Al menos tres activistas murieron cuando soldados intentaron desalojarlos de la plaza.
El ejército dijo que los manifestantes provocaron los enfrentamientos. Activistas señalaron que el ejército atacó primero.
Desde el pasado viernes el saldo es de 13 muertos, 815 heridos y más de 120 detenidos.
Según un informe de la oposición, los manifestantes sorprendieron en la plaza Tahrir a cinco criminales con bombas incendiarias, hecho que no fue confirmado en círculos de seguridad. Al parecer, estos hombres planeaban incendiar el Museo Egipcio.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas aseguró que recibió información sobre un plan para quemar el Parlamento y advirtió que el país enfrenta un plan sistemático
contra la seguridad.
Adel Emara, miembro del consejo militar y viceministro de Defensa, rechazó las acusaciones de uso excesivo de fuerza contra los opositores y aseguró que la violencia es obra de otras fuerzas a las cuales no identificó.
El militar insistió en que los disturbios fueron planeados para desacreditar al gobierno militar.
La alta comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Navi Pillay, y la secretaria estadunidense de Estado, Hillary Clinton, condenaron por separado la represión e instaron al gobierno militar egipcio a respetar los derechos humanos.