Portada
Presentación
Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega
Gira literaria
Vilma Fuentes
Correspondencia póstuma con Jorge Turner
Rossana Cassigoli
Efraín y María en
La Casa de la Sierra
Marco Antonio Campos
Gelman, el árbol
de la poesía
José Ángel Leyva
Santos Discépolo,
del teatro al tango
Álvaro Ojeda
La Banda Mágica
sin Beefheart
Juan Puga
Leer
Columnas:
Prosa-ismos
Orlando Ortiz
Paso a Retirarme
Ana García Bergua
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Cinexcusas
Luis Tovar
La Jornada Virtual
Naief Yehya
A Lápiz
Enrique López Aguilar
Artes Visuales
Germaine Gómez Haro
Cabezalcubo
Jorge Moch
Directorio
Núm. anteriores
jsemanal@jornada.com.mx
|
|
“Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor; ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador. Todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor...”: tan cierto hoy como en 1934, cuando Enrique Santos Discépolo dijo lo anterior en “Cambalache”, el más célebre de los muchos tangos compuestos por este bonaerense que, además de letrista y compositor fue dramaturgo y cineasta, y que murió la noche del 23 de diciembre de 1951. Además de la semblanza de Discépolo escrita por Álvaro Ojeda, ofrecemos a nuestros lectores un ensayo de José Ángel Leyva en torno a la Poesía reunida de Juan Gelman, así como una crónica de Marco Antonio Campos sobre La Casa de la Sierra, en Colombia, donde se desarrolla la trama de María, la novela cumbre del narrador colombiano Jorge Isaacs. |