La laicidad sigue intacta, asegura Farela
Domingo 18 de diciembre de 2011, p. 7
La Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice) sostuvo que los cambios al artículo 24 constitucional aprobados por la Cámara de Diputados son insuficientes
.
Arturo Farela, presidente de la agrupación, aseguró que las modificaciones no trastocan en nada la laicidad del Estado ni la de la educación que imparte; tampoco quebrantan el principio histórico de separación del Estado con las iglesias
. Añadió que en realidad sólo reafirman los derechos existentes, pero no asumieron aquellos derechos universales consagrados en instrumentos internacionales firmados por México
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Por tales razones, sostuvo, es una reforma acotada, a la cual le faltó genuina decisión para abandonar prejuicios decimonónicos y adoptar derechos universales válidos en democracias plenas
. Es inadmisible
que los actos religiosos, hasta ahora (la reforma todavía debe pasar por el Senado) sólo de forma extraordinaria puedan realizarse fuera de los templos
, agregó.
Subrayó que “al ser una manifestación ciudadana –en este caso religiosa– no tendrían por qué pasar por un trámite ante la Secretaría de Gobernación, pues es como exigir que cualquier grupo que efectúa una manifestación en algún lugar público dé aviso a esa dependencia”.
Criticó que las asociaciones religiosas no puedan tener concesiones de medios electrónicos de comunicación. Esa limitante no se corresponde con países modernos; negar este derecho es tan absurdo como negárselo a cualquier otro grupo o sector social, empresarial o cultural
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Sobre la educación que imparte el Estado, destacó que claro que debe seguir siendo laica, pero sin quebrantar los derechos de los padres de garantizar a sus hijos la educación religiosa o moral en otras instituciones educativas no gubernamentales, como hasta la fecha
.
Confió en que la modificación dé pie a logros que abonen a cambios más profundos. Todo avance genera esperanza de que vamos en el camino correcto al ejercicio de plenas libertades, de abandonar prejuicios que ya no se admiten en esta sociedad. Con la reforma de 1992 en materia religiosa se dijo que fue un acto de entreguismo al Vaticano; ahora vemos que no fue así, que esa reforma abonó el camino para que muchas otras confesiones religiosas recibiéramos derechos y los ejerciéramos con mayor libertad. Eso nos ha permitido crecer exponencialmente, y a la mayoritaria menguar.