El primer Paralibros dentro de una Comunidad de tratamiento para adolescentes en conflicto con la ley fue inaugurado este martes en el centro de reclusión que se ubica en Periférico 4866.

Con una selección de más de 360 volúmenes, el Paralibros brindará servicio a los 128 jóvenes varones de entre 14 y 17 años que allí reciben tratamiento, así como a las 36 menores atendidas en la Comunidad de Mujeres, localizada a un costado del primer inmueble.

Se trata del primero, de un total de 10, que serán instalados en distintos puntos de la ciudad de México, toda vez que los 37 Paralibros en operación se encuentran en los estados de Tabasco, Morelos, Zacatecas y Chiapas, además de los que en fecha próxima iniciarán sus funciones en Chihuahua y Guanajuato.

El Paralibros instalado en la Comunidad para el Desarrollo de Adolescentes (CDA), una de las seis comunidades para jóvenes varones y mujeres en conflicto con la ley, tiene como propósito acercar a los adolescentes internos a la cultura, para que tengan una mejor formación, capacitación y puedan desarrollar sus habilidades por medio de la lectura y talleres literarios, expresó Raquel Olvera Rodríguez, titular de la Dirección General de Tratamiento para Adolescentes.

Para que las chicas se vean beneficiadas, el acceso será un poco más complejo, pues como ellas se encuentran en un centro independiente, para poder ingresar (al centro de los chicos donde se está el Paralibros), tienen que egresar de su propio centro, comentó Olvera. Sin embargo, añadió la funcionaria, eso no será un gran problema, pues sólo están separados por algunos pasillos. Es por ello que se establecerá un programa de actividades para que todos se vean beneficiados.

El Paralibros –cuyo nombre surge del juego de palabras parabús y libro–, contará con más de 360 volúmenes, cuya selección se realizó pensando en los jóvenes internos, explicó Laura Emilia Pacheco, titular de la Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA).

Desde manuales hasta la saga de Harry Potter

Hay libros de oficios, de cómo crear un pequeña empresa, cómo hacer conservas, cómo cocer y tejer, manuales de carpintería y otros oficios; asimismo hay libros de educación sexual y violencia intrafamiliar, como libros de poesía, para niños (pues algunos son padres adolescentes), de cuentos y novelas (como la saga de Harry Poter) y de autores contemporáneos. También hay de arte, con la idea de que aprecien distintas estéticas.

Estos libros, expresó Pacheco a los jóvenes reclusos, les permitirán identificarse con ciertos sentimientos o maneras de pensar, o quizá encontrar personas que piensan de una manera distinta a uno y que viven en lugares totalmente diferentes a los que estamos acostumbrados.

En ellos, abundó, podemos encontrar maneras de pensar similares, pero sobre todo maneras de pensar diferente. Es muy importante saber que hay personas que piensan distinto a nosotros, porque eso nos ayuda a ser tolerantes. Si tienen suerte, a lo mejor en uno de estos libros encuentran lo que están buscando en la vida.

Los volúmenes podrán ser compartidos los fines de semana con sus familiares, amigos e hijos. Los podrán prestar y devolver en una semana, bajo la coordinación de dos mediadores, uno para las chicas y otro para los muchachos.

Las madrinas del Paralibros del CDA fueron las escritoras Ana Clavel y Francesca Gargallo.

En esta comunidad se encuentra Isaac, de 16 años, quien de entre 420 narraciones obtuvo, por su cuento Valores mágicos, el primer lugar del primer Concurso de Cuento Breve: De la violencia a la convivencia, organizado por la Dirección General de Tratamiento para Adolescentes (DGTPA), cuya premiación se realizó el pasado 9 de diciembre.

En charla con La Jornada, Isaac comenta que leer y escribir significa para mí librarme de todo ésto, de pensar que estoy interno.