Sábado 10 de diciembre de 2011, p. 13
Monterrey, NL., 9 de diciembre. En la víspera del 63 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos –aprobada el 10 de diciembre de 1948– se observa en el país y particularmente en Nuevo León un claro retroceso en la materia, pues sólo en la entidad la agrupación civil Ciudadanos en Apoyo a Derechos Humanos (Cadhac) ha documentado en lo que va del año 114 casos de desapariciones que involucran a 800 víctimas.
Así lo dio a conocer Consuelo Morales Elizondo, directora del organismo, quien sostuvo que en 35 por ciento de las desapariciones ocurridas en Nuevo León habrían participado militares, marinos, policías federales y agentes estatales y municipales, según información recabada por Cadhac.
Además, apuntó, “hay casos de ejecuciones y torturas perpetrados por miembros del Ejército y la Marina que no han sido sancionados ni se han reparado los daños a las víctimas o deudos”, de ahí que resulta altamente preocupante que las autoridades encargadas de proteger a la población y de garantizar los derechos de las personas ejercen o favorecen el aumento de la violencia.
Violencia creciente y desmedida
“Actualmente presenciamos una violencia creciente y desmedida en Nuevo León, entidad que ocupa el segundo lugar en asesinatos en el país, pues cada tres horas es ejecutada una persona”, y en lo que va del año se han contabilizado más de mil 600 asesinatos.
“Militarización, torturas, ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, desapariciones de personas y endurecimiento legislativo es la realidad diaria en el estado, favorecida por una grave impunidad y corrupción”, señaló Morales Elizondo.
La directora de Cadhac expuso que el sistema penitenciario local ya fue rebasado y no sólo es ineficaz para lograr la rehabilitación social de los internos, sino es un ambiente donde la vida de los reos está en permanente riesgo.
Subrayó que prueba de ello es que este año se han contabilizado más de 60 supuestos casos de suicidio y en un solo hecho fueron quemados vivos 14 internos en el penal de Apodaca, sin que a la fecha los responsables hayan sido castigados.
Sucesos como los mencionados hacen que la conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos se vea manchada de sangre
, porque la exigencia de justicia y paz sigue siendo clara y enérgicamente enunciada por agrupaciones como Cadhac.