Hay elementos para pensar que Eva Alarcón y Marcial Bautista, integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), secuestrados la noche del miércoles pasado, todavía se encuentran con vida, por lo cual es urgente que autoridades federales y estatales intensifiquen su búsqueda.

Así lo afirmó Gustavo Sánchez, presidente de la Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales, quien llamó a realizar una investigación cuanto antes que aclare la posible participación de agentes policiacos en ese delito y a otorgar medidas cautelares a varios integrantes de la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán (Ocespcc).

“Hay indicios de que Eva y Marcial siguen con vida. No sabemos exactamente cuáles son éstos, pero es la información que nos dan los compañeros de Guerrero. Por eso pedimos que se intensifique la búsqueda, mediante un operativo de las fuerzas federales, estatales y el Ejército”, indicó el activista en una charla con La Jornada.

Asimismo, dijo, se solicitó una investigación a fondo, que despeje las dudas sobre la posible participación de policías en el secuestro de ambos; el otorgamiento de medidas cautelares para al menos 10 integrantes de la Ocespcc, y la puesta en marcha de un mecanismo de protección de defensores de derechos humanos y periodistas que trabajen en zonas de riesgo.

Solicitamos que se otorguen medidas cautelares a los compañeros ecologistas que siguen trabajando en Petatlán y Coyuca de Catalán, aunque de poco sirven si los cuerpos de seguridad los dejan en estado de indefensión, como ocurrió casualmente en el caso de Trinidad de la Cruz, lamentó.

La protección solicitada para al menos 10 líderes campesinos, cuyos nombres no fueron revelados, debe extenderse a todos los activistas sociales de la región, quienes laboran en condiciones de extrema vulnerabilidad y a pesar de ello no se van a quedar cruzados de brazos a esperar que México vuelva a la normalidad.

A pesar de la violencia que impera en el país, hay muchas instituciones –entre ellas la Comisión Nacional Forestal– que traen dando vueltas de forma negligente a muchas personas susceptibles de ser agredidas, denunció.

Al hacer un balance de los ataques recientes contra los integrantes del MPJD, Sánchez admitió que “hay mucha inquietud. Este tipo de acontecimientos te dejan en shock, por el mensaje implícito que lleva, de que cualquiera puede ser secuestrado, nadie está seguro”.

Sin embargo, consideró que como sociedad civil no debemos inmovilizarnos. Hay que tener prudencia y no exponer a los compañeros innecesariamente, pero tampoco guardar silencio, porque justamente el objetivo es ese: sembrar el terror y la parálisis. Quienes se benefician de ellos son los grupos del crimen organizado, que quieren el control de nuestros territorios, y los malos funcionarios coludidos.