Sao Paulo, 4 de diciembre. El ex astro del futbol brasileño Sócrates, de 57 años, falleció este domingo a causa de un choque séptico debido a una infección intestinal, informó en un comunicado el hospital Albert Einstein de esta ciudad, donde se encontraba internado.

El jugador había sido hospitalizado de urgencia el pasado sábado por la noche –tercera vez en cuatro meses– y respiraba con ayuda de un pulmón artificial.

Su elegante estilo de juego y su profunda participación política lo convirtieron en una figura única en el futbol de Brasil, en su tiempo e incluso en la actualidad.

Era conocido como capitán de la verdeamarelha en la Copa del Mundo 1982, considerado por muchos como el mejor que no haya ganado el certamen, pero también era conocido por su afición a la bebida, que él reconoció públicamente y que le causó los problemas de salud que a la larga llevaron a su muerte.

Después de retirarse del futbol, se recibió de médico y luego fue un popular comentarista de televisión y columnista, siempre con opiniones singulares y polémicas.

Escribió varias columnas para la agencia Ap durante la Copa América 2011 en Argentina, en las que expresó sus puntos de vista sobre todos los aspectos del torneo, incluido el contexto económico y político de los países de Latinoamérica.

No se trata sólo del juego en sí, dijo antes del inicio de la competencia. Antes que nada, el futbol es una batalla sicológica, el aspecto humano tiene un papel significativo.

Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira brilló en el Corinthians, pero también jugó para Flamengo y Santos de su país, y para la Fiorentina, en Italia.

Cuando jugaba en el Corinthians, a inicios de los años 80, encabezó la llamada Democracia Corinthiana, movimiento de autogestión que comenzó con una protesta contra las largas concentraciones que el club exigía a los jugadores antes de los partidos. Pronto se convirtió en un fenómeno más amplio, que coincidió con la lucha de la sociedad brasileña contra el régimen militar.

El Corinthians, que ayer se coronó campeón del campeonato brasileño 2011 por quinta vez en su historia, dedicó el triunfo a su ex estrella.

Sócrates descansa en paz, rezaba una enorme pancarta desplegada por los aficionados en el estadio Pacaembú, mientras antes del partido todos los jugadores albinegros se reunieron en el círculo central de la cancha para cumplir con un minuto de silencio, levantando el brazo derecho y cerrando el puño, como hacía Sócrates cuando celebraba sus goles.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, destacó en una nota oficial su genialidad en los campos y su compromiso político, así como su preocupación por su pueblo. El país ha perdido a uno de sus hijos más queridos: el doctor Sócrates, decía el comunicado firmado por la mandataria.