Desde una visión diferente, la escritora Mónica Lavín –en su más reciente novela, Las rebeldes– rescata del olvido a un conglomerado de mujeres que participaron en la Revolución, donde las familias, el amor, la ética, la templanza y la vida misma estuvieron en juego.

A partir de la existencia de Leonor Villegas, quien fundó la Cruz Blanca Constitucionalista, y de Jenny Page, una joven que huye de su casa para ser periodista y encontrar su propio camino, la autora reconstruye una época para dar crédito a las telegrafistas, enfermeras, profesoras y periodistas, quienes libraron su propia batalla.

En entrevista con La Jornada, Mónica Lavín explica que cuando conoció el personaje de Leonor Villegas y las enfermeras que acompañaron a Venustiano Carranza surgió la idea de novelar su vida, porque era terrible que en México nunca se publicaran las memorias de ella.

“Era importante reflexionar sobre nuestra capacidad de olvido, si no hubieran publicado las memorias de Villegas en los años 90 en la Universidad de Houston, que tiene un programa de recuperación del Patrimonio Literario que llaman Hispánico, ya hubiéramos perdido a Leonor, me pareció terrible el desinterés que hubo por las menos visibles de las batallas.

“Aquí –prosigue la autora– están las telegrafistas, las enfermeras, todos los personajes que participaron en la Revolución y en esa zona norte del país donde muchas de las mujeres eran profesoras y estaban interesadas en la palabra y en comunicar lo que sucedía.”

Con la novela, la escritora confirma que las historias llegan por azar, ya que a partir de su visita a Laredo, Texas, conoció la historia de Leonor, una mujer que sacaba a los heridos carrancistas por el río Bravo y los llevaba a su casa en Laredo, convertida en hospital.

“Había una historia poco usual, es más, jamás había reparado en las mujeres que participaron como enfermeras en la Revolución o como periodistas en esas zonas de México, así me interesé en la vida de Villegas.

“Cuando Leonor funda la Cruz Blanca Constitucionalista, son tres mujeres las que dirigen y llamaron mucho la atención en 1913. Una es la secretaria, estadunidense, se llama Lily Long, había mexicanos-estadunidenses involucrados en ambos países; otro personaje fue Jovita, hija de Nicasio Idar, quien fundó el periódico mexico-texano y defendió el idioma español.

Jenny Page, es un personaje ficticio, sobre una posible integrante de la Cruz Blanca, ya que muchas de las enfermeras permanecieron en el anonimato, sólo de algunas se menciona su nombre, así que me pareció que ella podía dar voz a las no dirigentes, sino a las telegrafistas y enfermeras, que se entrenaron sobre la marcha y que participaron con los liberales rebeldes.

En la novela, el personaje de Page representa a los estadunidenses que participaron en la gesta revolucionaria y las pugnas de identidad que enfrentaron muchas personas de origen mexicano.

Al respecto, Lavín señala: La trama aborda el tema de la frontera México-Estados Unidos, pero también la que existe entre hombre y mujer, y la que crea la diferencia de edades en las personas, cómo cambia la percepción de la vida; también está presente la frontera de poderes, lo vemos en Villa y Carranza.

La historia ambientada en l914, cuando el Ejército Constitucionalista avanzaba hacia la ciudad de México, entre triunfos y pugnas, presenta a personajes anónimos.

Estos personajes me interesaron, pero en especial Leonor Villegas porque en vida trata de que le publiquen sus memorias y no tiene resultados. No era escritora, realizaba periodismo de denuncia.

La escritora refleja el juego de lealtad que surgió durante la Revolución, pues considera que existen líderes carismáticos como Lucio Blanco y, otros grises, como Pablo González. Todo esto son subhistorias y Leonor me dio la oportunidad de no ver a la Revolución de frente, como todas las batallas, sino tras bambalinas, pasando por la vida de muchas mujeres.

La novela Las rebeldes, publicada por Grijalbo, fue presentada en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.