Guadalajara, Jal., 29 de noviembre. Al presentar el libro Obra poética completa (1967-2010), de Antonio Colinas, José Emilio Pacheco manifestó su admiración por el poema Sepulcro en Tarquinia, que considera central en la obra del autor español, quien a su vez reconoció a Pacheco como el mejor poeta de México en la actualidad.

“Hay un poema central en la obra de Colinas que es el más conocido, traducido y difundido, que se llama Sepulcro en Tarquinia. Yo sólo he encontrado dos ejemplos en lengua española de un poema largo que en realidad es uno solo. Creo que tuvo mucha razón Edgar Allan Poe cuando dijo que el poema largo no existe”, dijo.

Aseveró que poemas de T.S. Eliot como La tierra baldía o Los cuatro cuartetos, “o esa obra maestra que es Muerte sin fin”, de José Gorostiza, en realidad son muchos fragmentos.

“Pero esto de una continuidad de principio a fin de Antonio Colinas sólo lo he encontrado en el poema Espacio, de Juan Ramón Jiménez, que no es conocido como debiera, o en Piedra de sol, de Octavio Paz. Sepulcro… es un poema de una fluidez y musicalidad maravillosas porque se sostiene verso a verso, no podemos decir que a pesar de la extensión hay algunos fragmentos débiles y otros más fuertes”.

La obra presentada, considerada por Colinas como su compilación más completa, fue editada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el Fondo de Cultura Económica y el sello español Ediciones Siruela.

Ojalá se pudiera hacer eso con todos los libros, que tuvieran una edición española y otra mexicana. Reúne 43 años de poesía que se dice fácil, pero es una barbaridad de trabajo y además un milagro, porque la poesía es una actividad de juventud, es relativamente fácil comenzar, lo difícil es seguir y casi imposible seguir adelante, agregó Pacheco.

En su turno, Colinas dijo sentirse honrado de contar para la presentación en la FIL de su libro con el que podemos considerar como el primer poeta de México, de quien dijo es una persona muy querida por el mundo intelectual de Salamanca, España, donde reside Colinas.

El volumen, dijo, recoge todo lo que he escrito, los 14 libros, incluyendo dos nuevos, como uno de los años de Italia que yo había arrinconado precisamente por los sonetos.

Recordó que sus inicios como poeta fueron en una confluencia en verdad muy difícil, pues en ese entonces se mantenía “lo que entendíamos por poesía social o testimonial, una poesía que como dijo Vicente Aleixandre, se agotaba por suficientemente expresada, porque llegaba la democracia.

Luego estaba esa otra poesía neoclásica, prolongación de cierta poesía de la posguerra, y en ese momento nacen los novísimos, lo que fue un estallido, dijo

La sesión finalizó con la lectura de poemas por Colinas. Pacheco le pidió leer “a propósito de lo que acaba de pasar aquí a unas cuadras (26 cádaveres abandonados en los Arcos del Milenio) este poema de Cuaderno de la vida que se llama Para olvidar el odio”.