La creciente demanda de dólares en el país, provocada por la inestabilidad financiera internacional y el nerviosismo en los mercados, provocó que la Comisión de Cambios del gobierno federal cancelara la compra de divisas realizada por el Banco de México y retomara la subasta diaria de 400 millones para apuntalar la paridad y evitar variaciones bruscas en el precio de la moneda estadunidense.

La Comisión de Cambios, integrada por la Secretaría de Hacienda y el Banco de México, anunció este martes la adopción de medidas preventivas para proveer de liquidez al mercado cambiario en caso necesario.

En los últimos tres meses el peso ha registrado una devaluación de 14 por ciento en la cotización que se aplica para las operaciones con grandes volúmenes de la divisa estadunidense, derivada en buena parte por la demanda de empresas con actividades en el exterior que realizan el cierre del ejercicio financiero anual y efectúan pagos en moneda extranjera. Con esa demanda, hace una semana el valor del peso frente al dólar cayó a su nivel más bajo en 32 meses.

Ayer, en un breve comunicado la Comisión de Cambios informó que ante las condiciones que han prevalecido en los mercados financieros internacionales, y con el propósito de preservar el funcionamiento ordenado del mercado cambiario se decidió suspender temporalmente las subastas mensuales de opciones que dan el derecho a vender dólares al Banco de México. En consecuencia, se cancela la subasta que estaba programada para el 30 de noviembre del presente año, así como las subsecuentes hasta nuevo aviso.

En contrapartida, a partir de este miércoles 30 de noviembre, y hasta nuevo aviso, el Banco de México ofrecerá diariamente 400 millones de dólares mediante subastas a un tipo de cambio que, como mínimo, sea 2 por ciento mayor al tipo de cambio determinado el día hábil inmediato anterior.

Esto quiere decir que la subasta se realizará sólo cuando la paridad presente una depreciación superior a 2 por ciento.

Este instrumento, que en ocasiones anteriores ya se utilizó con éxito, se aplica de forma preventiva para proveer de liquidez al mercado de cambios en caso de que ello fuese necesario, indicó la Comisión de Cambios.

La anterior ocasión en que las autoridades financieras procedieron a inyectar dólares al mercado para tranquilizar a los mercados y reducir las presiones inflacionarias fue en octubre de 2008, cuando estalló formalmente la crisis económica en el país. El 8 de octubre el Banco de México inyectó al mercado cambiario 2 mil 500 millones de dólares y a partir del día siguiente, 9 de octubre, procedió a ofrecer 400 millones diarios en las mismas condiciones que las anunciadas este miércoles, es decir, cuando se presentara una depreciación del peso superior a 2 por ciento.

En aquella ocasión el banco central utilizó unos 35 mil millones de dólares de las reservas internacionales para apuntalar el tipo de cambio y evitar depreciaciones bruscas. De hecho, esa operación de venta de divisas a la banca y otros intermediarios financieros le generó al instituto central una ganancia, conocida como remanente financiero, de 60 mil millones de pesos en 2009, y de 36 mil 400 millones en 2010.

Esa intervención en el mercado cambiario duró hasta el 9 de abril del año pasado, cuando la misma Comisión de Cambios anunció la suspensión de la subasta de venta diaria de dólares.

En esa ocasión se argumentó que la medida se había tomado, entre otras, en el momento más agudo de la crisis económica y financiera internacional para hacer frente a una gran incertidumbre en los mercados. Dicha incertidumbre se tradujo en discontinuidades de los flujos financieros en todo el mundo, en una escasa liquidez en el mercado cambiario y, consecuentemente, en una gran volatilidad del tipo de cambio.