Madrid, 28 de noviembre. Arnaldo Otegi, el líder de la izquierda abertzale (nacionalista) encarcelado desde el 13 de octubre de 2009, aseguró en una entrevista concedida desde la prisión de Logroño que paradójicamente la mayoría absoluta (lograda por el conservador Partido Popular en los pasados comicios generales) puede ser una ventaja en la resolución definitiva del histórico conflicto del País Vasco. Sin embargo, también se mostró preocupado por las declaraciones de la cúpula de la derecha española, que a su juicio mantienen posiciones de provocación o de inmovilismo.

Otegi, condenado a 10 años de prisión en una sentencia que está recurrida ante el Tribunal Supremo, habló por primera vez desde las elecciones del pasado 20 de noviembre, en las que el PP logró una histórica mayoría absoluta –con 186 diputados de los 350 que integran el Congreso de los Diputados–, al tiempo que el gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) registró su peor resultado, con 113 escaños. Un mes antes, el 20 de octubre, ETA decretó el cese definitivo de la violencia, en un histórico comunicado en el que anunció además su disposición a avanzar en la verificación del desarme y a mantenerse al margen de las negociaciones políticas de los partidos.

En este contexto, Otegi respondió a un cuestionario al Grupo Vocento (conservador), en el que reconoció que para avanzar en el proceso de paz será vital que al futuro presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, demuestre voluntad política y talla de estadista. Sólo así –añadio– la mayoría absoluta puede ser una ventaja. Sin embargo, apuntó que le preocupan las declaraciones de los voceros del PP. Mi confianza tiene como único destinatario al pueblo vasco, la comunidad internacional y los agentes interesados en avanzar el proceso de paz. Entre todos debemos evitar que el PP mantenga posiciones de provocación o de inmovilismo respecto al proceso de paz.

Otegi también profundizó en el futuro inmediato de ETA y a los reclamos de algunos sectores de que anuncie cuanto antes su disolución definitiva y hasta le entrega de las armas. Lo que refleja una actitud inmadura es ir alterando las reglas del juego a conveniencia. Me explico: primero no había nada nuevo en nuestras propuestas; luego, si lo había, era insuficiente, luego la tregua no valía si no se anunciaba el cese definitivo y, cuando éste se produce, buscamos otra condición. Dicho esto, es evidente que el desarme y el desmantelamiento de las estructuras militares de ETA deben estar en la agenda de soluciones.

Respecto de si Euskadi puede caminar hacia una convivencia verdaderamente conciliada, el dirigente vasco advirtió que “la izquierda abertzale es consciente de la responsabilidad que arrastra en este terreno. Así que no tenga la menor duda de que seremos coherentes en el terreno de los compromisos adquiridos en la Declaración de Gernika en cuanto al reconocimiento y reparación de todas las víctimas. Para ello, todos debemos entender que algunas de nuestras palabras o gestos pueden originar sentimientos de dolor en unas víctimas o en otras. Por ejemplo, yo entiendo que nuestros actos de solidaridad pública con los presos pueden provocar sensaciones de desasosiego en las víctimas de ETA. Asimismo, por ejemplo, se debe entender que sentencias como las que absuelven a los guardias civiles en el caso Portu-Sarasola o declaraciones en términos de vencedores y vencidos también generan sentimientos de dolor y humillación entre nosotros. Sólo pido que seamos todos lo suficientemente responsables para tratar de evitar ese tipo de sentimientos con nuestras palabras o actos”.