Toros aplomados de Rancho Seco para rejones, y sosos de La Punta para los de a pie
Pésima actuación de José Luis Angelino, que dejó un toro vivo
Discreto debut de Diego Ventura
Lunes 28 de noviembre de 2011, p. a46
En tarde lluviosa, con viento y frío, en un cartel diseñado como por antitaurinos, el esforzado torero de Aguascalientes, Joselito Adame obtuvo merecida oreja por una voluntariosa faena al bien presentado Estudiante, de La Punta, propiedad de los hermanos Pedro y José Vaca, pero también se llevó una cornada en el tórax que le impidió matar al segundo de su lote.
Menos de media entrada registró el quinto festejo fallido de la temporada grande, con todo y presentación en el serial del rejoneador luso-andaluz Diego Ventura, tan bueno para rejonear como para cobrar y escoger ganado a modo que contribuya a su lucimiento y al de su bella y bien entrenada cuadra. Aunque de tanto escoger al ganadero de Rancho Seco se le pasó la mano, al grado de que los toros para los de a pie no fueron aprobados por el obsecuente juez de plaza Gilberto Ruiz Torres.
Con ello, con la infortunada combinación de toreros de a pie y las bien presentadas pero complicadas reses de La Punta, ganadería sustituta, el Cecetla (Centro de Capacitación para Empresarios Taurinos de Lento Aprendizaje), también conocido todavía como Plaza México, lleva ya cuatro exámenes reprobados al sumar tres festejos anovillados pero con reses de regalo más un encierro rechazado.
Una pena que Joselito Adame no haya venido en un cartel más rematado, no sólo por su trayectoria y sus recientes triunfos en los estados y cosos europeos, sino acorde a su dignísima confirmación de alternativa en la feria de San Isidro de este año.
Joselito cubrió el segundo tercio con más voluntad que lucimiento e inició su trasteo con el consabido pase cambiado por la espalda, cuando ni el toro ni el aire lo propiciaban. Al intentar el segundo fue prendido por el toro, recibiendo una cornada en el lado izquierdo del pecho. Sin mirarse la ropa, Adame volvió a la cara del toro para ligarle templados derechazos a una embestida que exigía mando como condición para las florituras. Con un carácter y convicción torera que no han tenido eco en el Cecetla, Joselito instrumentó enseguida muletazos de trinchera con la zurda combinados con el pase del desdén, y remató con ceñidas manoletinas de frente para volcarse en el morrillo y dejar una estocada entera. Visiblemente mermado, Adame, con la oreja ganada a ley en la mano, agradeció la ovación y por su propio pie se dirigió a la enfermería, de la que ya no salió para su segundo.
Lo demás fue lo de menos, ya que José Luis Angelino no sólo no corroboró sus triunfos de provincia sino que toreó a larga distancia a su claro primero, escuchó los tres avisos en su segundo, incierto y sin recorrido, y volvió a las precauciones con el de Adame, no sin antes afligirse en tres intentos de larga cambiada, poner banderillas de trámite y pasarse el toro a prudente distancia. La rechifla y los cojines no se hicieron esperar.
Por su generosa parte Diego Ventura, que en días pasados obsequió 200 mil pesos a la Fundación Teletón y la tarde de ayer el tradicional en esta plaza toro de regalo, Escondido, de la dehesa de Julio Delgado, que de salida fue recibido con pititos por su discreta presencia, logró templar muy bien a la grupa la pastueña embestida, colocó tres cortas en lo alto y realizó la suerte del teléfono gracias a la torería de su entendido corcel. Pinchó a dos de sus tres toros y tampoco se escapó de la merecida silbatina.