Incontenible, ayer empezó la cargada en favor de Enrique Peña Nieto en el PRI. Primero el sector popular lo proclamó abiertamente como su candidato, y más tarde la organización de mujeres priístas se volcó en vítores, gritos y porras llamándolo presidente.

El mexiquense multiplicó el día en tareas partidistas y por la noche, con gran boato y desmedida seguridad, presentó su libro México, la gran esperanza.

En su exposición, que no programa ni propuesta de campaña –aclaró–, debido a las limitaciones electorales, el aspirante a la candidatura habló de su obsesión por lograr el crecimiento económico del país, y resaltó su compromiso y el de su generación de incidir en el desarrollo del México de los próximos 30 años.

Antes, Peña Nieto confirmó su intención de registrar su candidatura bajo las reglas de una convocatoria partidista a la que calificó de equitativa. Y si resultara el único aspirante registrado, asumió que quedará imposibilitado para disponer de tiempos en medios electrónicos.

“Es la única limitación, no hay más. (La norma electoral) no dice ‘guárdate y no hagas nada.’”

Desde su perspectiva, hay gran impaciencia e interés por ver el arranque y desarrollo de la campaña, cuando para ello faltan más de seis meses. Tenemos un tiempo razonable; que no nos coma la prisa, el ansia para estar anticipando. Vamos de acuerdo con los tiempos determinados por el partido; creo y respeto el espíritu de la legislación, subrayó.

Asimismo, rechazó la posibilidad de forzar la inscripción de otro aspirante a la candidatura para, de ese modo, disponer de las ventajas de una precampaña. Me parece que no es lo conveniente; sería alterar, incluso ir más allá, caer en una auténtica simulación e incurrir en un fraude al espíritu de la legislación electoral.

Confundidos entre qué pueden y no hacer en esta etapa del proceso interno, y aunque la diputada Diva Gastélum, nueva líder del Organismo Nacional de Mujeres Priístas, se cuidó de no hacer explícito el apoyo al ex gobernador del estado de México, ni falta hizo, pues los gritos y porras no daban espacio para el disimulo formalista.

Y en ese oscilar, la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) también convocó ayer a todos sus representantes estatales, y ahí, el secretario general, Emilio Gamboa Patrón, anunció: el sector popular se manifiesta abiertamente en favor de Enrique Peña Nieto.

Peña Nieto no estuvo en el acto cenopista, pero Gamboa se encargó de hacer una apología de aquél como gobernador del estado de México y no se limitó en alabanzas: ha demostrado que sabe operar, sabe convencer; tiene proyecto de nación y quiere transformar a México.

Héctor Aguilar Camín, Guillermo Ortiz y Enrique Peña Nieto durante la presentación del libro del precandidato presidencial PRIFoto Yazmín Ortega Cortés

Con las mujeres, Peña Nieto encaró un auditorio desbordado, con priístas insistentes en hacerle patente su preferencia y con otros cientos impedidas de ingresar al recinto, por las cuales al final hizo un largo recorrido entre las vallas para saludarlas y retratarse.

Invitado por Moreira

En este acto estuvieron también los gobernadores de Yucatán, Ivonne Ortega, y de Durango Jorge Herrera Caldera. Las mujeres del PRI no necesitamos que nos creen historia, decía la legisladora federal Diva Gastélum, durante un discurso que duró una hora con 16 minutos.

El propio Moreira invitó a Peña Nieto a clausurar esta reunión, y ahí les dijo: allá afuera hay nerviosismo en la oposición, porque ven que en todas las mediciones el PRI avanza sólidamente hacia la Presidencia de la República. Les pidió entonces acompañarlo a inscribirse como precandidato. Y Humberto Moreira les aseguró a ellas: son lo mejor del PRI. Y todas, felices.

Por la mañana, en la CNOP, el gobernador de Chihuahua, César Duarte, había dicho que la mayoría de los mandatarios estatales respalda a Peña Nieto, pero también previó que una vez que haya candidato éste conformará su estrategia para fortalecer al PRI, y podría darse la salida de Humberto Moreira.

Durante la presentación del libro, donde Peña Nieto formula reflexiones sobre diversos temas y en el cual hay ocho páginas con fotografías, incluida una con el presidente Felipe Calderón, se montó una fortaleza de elementos de seguridad, vallas y por lo menos tres filtros de acceso.

Ahí, el priísta repitió muchos de los conceptos vertidos en los foros regionales organizados por la Fundación Colosio, como el de la participación de capital privado en Pemex y su interés por hacer que México vuelva a ser referente en el contexto internacional.

Entre los cometaristas estuvo el ex gobernador del Banco de México y actual director de Banorte, Guillermo Ortiz, quien resaltó que no existen varitas mágicas y que ningún país ha pasado a la prosperidad aplicando recetas de libros. Propuso entonces diversos instrumentos, sobre todo en el manejo financiero, y tomar decisiones más audaces, entre éstas, replantear todo el modelo de la banca nacional de desarrollo.