El presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Leonardo Valdés Zurita, informó que los estados de Chihuahua, Sinaloa, Coahuila, Nuevo León, Veracruz, Guerrero y Michoacán representan zonas de riesgo para la seguridad de las personas, capacitadores y funcionarios de casilla durante la elección presidencial de 2012 –con un tope de campaña de 328 millones de pesos–, por lo que se firmará un convenio con la Secretaría de Gobernación y los gobiernos estatales para garantizar que el proceso se realice con tranquilidad.

Al participar en la 26 asamblea ordinaria de la Coparmex-DF, señaló que se cuenta con una unidad de fiscalización para revisar las cuentas bancarias de los partidos políticos, sin afectar los secretos bancario, fiscal o fiduciario, además de llevar a cabo visitas sorpresivas y aleatorias a las campañas para vigilar los flujos de efectivo y evitar el ingreso de recursos provenientes de actividades ilícitas.

La coincidencia de 15 ecomicios locales –por primera vez en la historia del país– para elegir al jefe de Gobierno del DF–, seis gobernadores y mil cargos en congresos y municipios presupone cinco retos. El primero –dijo–: la actualización del padrón y listado nominal, que será de 80 millones de ciudadanos, quienes sufragarán en alguna de las 65 mil secciones electorales del país.

Una verificación nacional muestral determinó que 89 por ciento de las personas visitadas contaban con su credencial para votar y 11 por ciento murieron o emigraron de México, con un impacto en el nivel de abstención; 87 por ciento viven en el estado donde obtuvieron su credencial y 73 por ciento en su distrito electoral, aunque 5.4 millones de micas no han sido renovadas.

Un millón se cambiarán antes del 15 de enero, cuando vence el plazo, mientras 4.4 millones quedarán fuera de la lista nominal, por lo que tendremos 5 por ciento menos abstención por un listado mejor actualizado, y un efecto positivo en la capacitación de un millón de funcionarios que estarán en las casi 150 mil casillas a instalarse, afirmó.

El segundo reto –señaló– es vigilar que se cumpla con la prohibición a partidos, candidatos y ciudadanos de comprar tiempo en medios para sus campañas, y al gobierno de hacer propaganda de sus logros durante éstas, pues tendrán 48 minutos diarios, de las 6 a las 24 horas. Esta medida reduce de 6 mil a 4 mil 500 millones de pesos el financiamiento ordinario y de campañas a los partidos. Sólo para la elección presidencial el tope de gasto será de 328 millones de pesos, contra 651 millones en 2006 y, por primera vez se regula el máximo de gasto para los precandidatos, que será de 167 millones, agregó.

Un tercer reto es la identificación de las zonas de atención especial, por el riesgo que representan para la seguridad de ciudadanos, funcionarios y capacitadores, la cual estará lista en mayo, aunque se prevé el recorte de horario de trabajo de nueve a 15 horas y acudir a los domicilios en parejas. Además se han tomado previsiones sobre la vestimenta de 35 mil capacitadores electorales y supervisores, así como la identificación de los vehículos, comentó.

El cuarto reto es aumentar el voto de los mexicanos residentes en el extranjero. En 2006 se invirtieron 260 millones de pesos y sólo votaron 32 mil. Ahora se destinarán 140 millones y se espera atraer a mayor número de votantes.

Y, finalmente, la oportunidad y credibilidad del resultado de los comicios es el quinto reto, por lo que se hará un conteo rápido y preciso para darlo a conocer en cadena nacional la noche del primero de julio, y la gente se vaya a dormir conociendo la tendencia de la votación, puntualizó.

Mencionó que si la diferencia es menor a 1 por ciento, el miércoles siguiente a la elección se abrirán los paquetes y se contará voto por voto. México y los mexicanos tenemos muchos problemas, y no quiero que este proceso electoral sea uno más. Tenemos la experiencia de 2006 y haremos que salga bien, se comprometió Valdés Zurita.