Granier Melo estima en $10 mil millones las pérdidas en este año
Once ríos vigilados por la Conagua muestran descensos, pero aún hay gente en albergues y autoridades no han dado por terminada la contingencia
Lunes 21 de noviembre de 2011, p. 33
Villahermosa, Tab., 20 de noviembre. Los estragos por las inundaciones que afectaron la entidad en los pasados meses de septiembre y octubre prevalecen, y el número de damnificados en 82 localidades de los municipios de Centro (con cabecera en Villahermosa), Nacajuca y Centla, asciende a 40 mil 436 personas, mientras en los dos únicos refugios temporales abiertos, ubicados en Nacajuca, permanecen 43 personas, integrantes de 10 familias.
En los días críticos de la contingencia –del 18 al 22 de octubre– hubo anegaciones en 900 localidades de 16 de los 17 municipios tabasqueños, y 348 mil personas afectadas, debido al desbordamiento de siete ríos a causa de las torrenciales lluvias. Más de 9 mil damnificados fueron trasladados a 237 albergues.
En esas fechas el Usumacinta, el río más caudaloso de México, subió 2.31 metros sobre su escala máxima, pues pasó de 19.21 a 21.52 metros, lo que provocó daños mayores en los municipios de Jonuta, Balancán, Tenosique, Emiliano Zapata y Centla, en la llamada zona de los ríos.
Además, autoridades de Protección Civil reportaron daños en 343 mil 776 hectáreas agrícolas y en 546 instalaciones educativas, entre ellas 162 escuelas, así como en 6 mil 41 negocios, 44 centros de salud y en más de dos mil kilómetros de carretera.
El 6 de septiembre, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y autoridades de Protección Civil pidieron a la población tomar previsiones ante la entrada del primer frente frío de la temporada al Golfo de México, que traería lluvias de 70 a 150 milímetros. El 9 de septiembre, el gobernador Andrés Granier Melo reportó los primeros 5 mil afectados en 33 comunidades de los municipios de Nacajuca, Jalpa de Méndez, Cunduacán, Cárdenas, Comalcalco y Paraíso, por la tormenta tropical Nate.
Aguaceros atípicos
En las siguientes semanas arreciaron los aguaceros, y el 16 de octubre la Conagua reportó el desbordamiento del Usumacinta, en la zona de los ríos; de los cauces Tulijá, Sierra, Puxcatán y Pichucalco, en la región serrana; así como el Samaria, en La Chontalpa, y el Grijalva –que pasa frente a esta capital–, que esta vez no se desbordó a la altura de Villahermosa, sino en áreas bajas, y afectó comunidades de Centro y Centla.
El miércoles 19 de octubre se publicó en el Diario Oficial de la Federación la declaratoria de emergencia para los municipios de Balancán, Tenosique, Jonuta, Emiliano Zapata, Centla, Macuspana, Nacajuca y Jalpa de Méndez, golpeados por el Usumacinta.
Dos días antes cayeron lluvias atípicas en La Chontalpa, que anegaron el municipio de Cárdenas y también causaron estragos en Comalcalco, Paraíso y Cunduacán.
Por eso el sábado 29 de octubre, cuando el entonces secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, encabezó en Villahermosa la sesión del Sistema Estatal de Protección Civil para evaluar los daños, anunció declaratorias de emergencia y desastre para 16 de los 17 municipios tabasqueños. A los ocho anteriores se sumaron Cárdenas, Huimanguillo, Comalcalco, Paraíso, Cunduacán, Centro, Jalapa y Teapa. Sólo el municipio serrano de Tacotalpa no figuró en las anegaciones este año.
Mientras la situación en las zonas afectadas se normaliza, los 11 ríos vigilados por la Conagua muestran descensos considerables, pues desde hace dos semanas están abajo de sus puntos críticos.
En tanto, Granier Melo estimó en 10 mil millones de pesos las pérdidas por las anegaciones de este año. La Secretaría de la Defensa Nacional ordenó la semana pasada el retiro de 900 militares, de un total de mil que envió a las zonas afectadas por inundaciones, debido a que entró en la etapa de recuperación el Plan DN-III, pero aún no se levanta, pues las autoridades de Protección Civil no han dado por terminada la contingencia.