Ignacio Beristáin ríe antes de responder. Es obvio que Juan Manuel Márquez no impondrá ninguna condición, eso siempre lo deciden los promotores, dice sobre las declaraciones de su peleador sobre la posibilidad de una revancha ante Manny Pacquiao. Cuando Márquez volvió de Las Vegas había advertido que volvería a enfrentar al filipino sólo si esta vez podía imponer sus condiciones.

Voy a hablar con Juan Manuel y le pediré que sea claro, que no exagere y que sea consciente de que eso no se puede, suelta desde el desvencijado sillón que ocupa en su oficina del gimnasio Romanza.

Las opciones de Márquez para decidir las condiciones de la pelea son limitadas. Sólo le queda aceptar la mejor bolsa de su vida, señala, que según el mánager puede ascender a 25 millones de dólares. Aún bajo el riesgo de que otra vez sea robado en Las Vegas, considera que es su última oportunidad de tener lo que se merece.

“Por eso no puede hablar con eso de que ‘no, me retiro’... claro que está muy dolido y amargado, pero nadie puede tener más derecho a ganar una bolsa de ese tamaño”, reflexiona. Si le van a volver a robar pues no tienen vergüenza esos cabrones.

Beristáin no es ingenuo y asegura que desde el inicio sabían que se enfrentarían a una industria llamada Manny Pacquiao que no dejaría perder el negocio. En realidad para él ese fue el problema y ni siquiera cree que las apuestas en los casinos hayan influido.

Lo que pasa es que Pacquiao era su gallina de los huevos de oro, pero se la desplumamos, expresa.

Recuerda que al terminar el combate el promotor Bob Arum admitió que había perdido Pacquiao, pero simplemente respondió con un esto es un negocio. Y Beristáin señaló al respecto: Es violento, pero es verdad... esto es un negocio.

Lo anómalo que resultaron las tarjetas hace pensar al mánager veracruzano que los jueces tal vez fueron sobornados. Sin señalar a nadie en concreto, dijo que la manera cómo calificaron la pelea levanta sospechas de que pudieran haber recibido dinero.

La indignación que esto provocó en millones de personas en el mundo –prosigue– y al propio equipo de Márquez los incita a buscar asesoría para entablar un proceso contra los oficiales encargados de calificar la pelea.

Me dicen que ya hay un antecedente de Nueva York en el que cancelaron su licencia a tres jueces. Mínimo, ver qué dice esta gente e ir sobre ellos, porque piensan que ellos pueden hacer y deshacer en el boxeo.

Sobre el deseo de Márquez de que un cuarto combate contra el filipino fuera en el Azteca, para Beristáin es de no pensarlo. Asegura que ni llenando podría competir con el dinero que generan esos pleitos en Estados Unidos.

Estoy asqueado de lo que hacen con el boxeo, por eso ya no lo veo por televisión, concluye antes de volver con sus pupilos.

Regresa Laura Serrano

La pionera del boxeo femenil, Laura Serrano, volverá a los encordados el próximo 16 de noviembre, cuando busque de nuevo un título mundial en su carrera.

La Poeta del cuadrilátero, ahora residente en Las Vegas, peleará durante la Convención anual del Consejo Mundial de Boxeo, a realizarse en el Mandalay Bay, en donde compartirá la función con Marco Antonio Veneno Rubio.

Serrano fue la primera mexicana que obtuvo un campeonato mundial en la década de los 90 y encabezó la lucha contra la ley que prohibía la participación de las mujeres en la ciudad de México.

El primer cinto que se ciñó fue el de la Federación Internacional de Boxeo Femenil (WIBF por las siglas en inglés) al noquear en el séptimo asalto a la irlandesa Deidre Gogarty, el 20 de abril de 1995, en Las Vegas.

Tras varios años de intensa actividad, la peleadora tomó un receso en 2007 y ahora busca aumentar su récord: 17 victorias, seis nocauts, cuatro derrotas y dos empates. Su rival será dada a conocer en los próximos días.