“¡Que no nos hagan güeyes!”, exclamó de manera abierta José Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) sobre el resultado polémico de la pelea entre Juan Manuel Márquez y Manny Pacquiao, el pasado sábado en Las Vegas.

Para él es claro que la Comisión Atlética de Nevada y el promotor Bob Arum protegieron a su estrella filipina y todo el negocio que genera a su alrededor el pugilista que para el titular del CMB ya está en el final de su carrera.

El negocio montado por la industria de las apuestas en los casinos de Las Vegas son el argumento más sólido que Sulaimán ve para que los jueces no se atrevieran a dar un fallo ajeno.

¿Se imaginan el fracaso económico si no hubiera ganado Pacquiao?, preguntó el titular del CMB. Todas esas cosas fueron factores para no darle la victoria a Márquez, enfatizó.

Esas sospechas le hacen pensar que el boxeo debe salir del mundo de los casinos y las apuestas, porque considera que cuando tanto dinero y poder están involucrados atentan contra la credibilidad de ese deporte.

Si hubiera perdido Pacquiao el desfalco habría sido monumental, especuló.

El poder desmedido de las comisiones locales de boxeo en Estados Unidos, explicó, que no permiten que los organismos de boxeo intervengan. Hay una arrogancia total en la independencia con la que trabajan y que no admite que nadie tenga injerencia sobre sus decisiones.

Los organismos hemos permitido que nos pongan el pie encima, admitió Sulaimán. La Comisión de Nevada piensa que es archipoderosa, pero debe entender que está a punto del desprestigio.

Hay que exigir que se investigue a quien hizo mal las cosas, a quien fregó a Márquez, expresó, y agregó que el CMB insistirá en la necesidad de acudir a la tecnología para revisar en video los fallos controvertidos.