Se sentía orgullosa de ser del país de las Madres de Plaza de Mayo
Miércoles 2 de noviembre de 2011, p. 22
Buenos Aires, 1° de noviembre. A sólo cuatro meses de cumplir 101 años murió en esta capital Fanny Edelman, mítica dirigente del Partido Comunista Argentino en el que ocupaba la presidencia honoraria y en el que militó durante 80 años hasta sus últimas horas, dejando un ejemplo de lucha, honestidad. humildad, coherencia y moral revolucionaria como reconocían los jóvenes esta noche que llegaron al velatorio para decirle hasta la Victoria siempre Fanny
,
La última dirigente de lo que llamaban aquí la vieja guardia del PC
se caracterizaba por su dulzura, que disimulaba una gran fortaleza, su paciencia y trabajo a favor de la unidad de la izquierda en tiempos que consideraba peligrosos para la humanidad por la impunidad global que estamos viendo
.
Hija de inmigrantes rusos, Fanny Jacobinsky nació en la provincia de Córdoba el 27 de febrero de 1911, y ya en 1934 ingresó al PC, en momentos de grandes agitaciones en el país, pero su lucha inició muy tempranamente en los años 30 después del golpe del general José Félix Uriburu que derrocó al presidente Hipólito Yrigoyen. Estuvo varias veces detenida y al casarse en 1936 adoptaría para siempre el apellido de su esposo Bernardo Edelman, con el cuál compartirió actividades políticas, que la llevaron a estar como voluntaria en las Brigadas Internacionales durante la guerra civil española.
Allí conoció, sin saber su nombre hasta mucho tiempo después, a Tina Modoti, con la cuál se acompañaban durante los bombardeos.
En su larga vida Fanny -que en el año 2004 dio una larga entrevista a este periódico- viajó por todos los continentes como miembro de de la Unión de Mujeres Democráticas y conoció a personalidades, dirigentes políticos, revolucionarios, escritores, artistas y también acompañó a los pueblos solidariamente en momentos difíciles y en tiempos de triunfo.
Era maestra de música y una muy buena crítica de arte, aunque no lo reconocía, porque había estado en el mundo de los pintores como en el de los músicos.
Fue estando en el Socorro Rojo Internacional como llegó a España, pero antes en su paso por Brasil conoció al revolucionario Carlos Prestes y a su esposa Olga Benarios, quien fue entregada por las autoridades de Brasil a Alemania y murió en un campo de concentración del nazismo.
Participó de movimientos de apoyo a la Unión Soviética, China, Cuba, el gobierno socialista del chileno Salvador Allende y en otros lugares del mundo. En África conoció a los dirigentes revolucionarios y fue un apoyo solidario de todos los movimientos de liberación.
Los medios recuerdan aquí su larga trayectoria como impulsora del Año Internacional de la Mujer y el Encuentro de Naciones Unidas en Nairobi.
También se destaca el informe que Fanny dio en Ginebra en 1978 que fue uno de los importantes testimonios sobre lo que estaba sucediendo en Argentina durante la pasada dictadura militar.
Respetada por dirigentes como el líder cubano Fidfel Castro, Erenesto Che Guevara, el general Raúl Castro el testimonio de cientos de familiares y víctimas y otros dirigentes revolucionarios del mundo, estuvo también junto a Salvador Allende y en toda misión solidaria. Su nombre está ligado a las mejores causas de la historia de la humanidad, pero ella nunca utilizó esta trayectoria, dando ejemplo de humildad y coherencia revolucionaria.
En recientes homenajes fue distinguida con la Orden José Martí, la más alta distinción que confiere el Consejo de Estado de Cuba.
He luchado siempre con esperanza, con alegría y he visto pueblos como el cubano en sus logros, en sus dificultades enseñando al mundo lo que es la voluntad humanaaresr defender la soberanía, la independencia y la dignidad
, dijo al recibir ese reconocimiento.
Centenares de personas desfilaron hoy en su sencillo velatorio, como ella lo hubiera querido.
En las últimas entrevistas con este periódico, Fanny Edelman recordó que “podría hablar horas de Fidel Castro, con quien hemos compartido tantos momentos. Otra figura extraordinaria que recuerdo es la Amílcar Cabral, figura maravillosa del movimiento de Liberación de Guinea Bissao y las Islas de Cabo Verde además de uno de los grandes teóricos de la Revolución Africana. Viví con él y su compañera Ana María momentos inolvidables.
¿Qué puedo decirle? Estuve en Asia, en África, en China, en casi toda América Latina y el Caribe. He conocido mujeres maravillosas, trabajadoras, mineras, cineastas, campesinas todo lo he visto en tantos años de mi vida, en un siglo y lo que va del otro. Siento orgullo de ser del país donde surgieron las Madres de Plaza de Mayo y mujeres tan luchadoras como las que ahora están en las calles. La nueva resistencia latinoamericana tiene a las mujeres como grandes protagonistas. Sólo puedo decir que si estoy escribiendo y recuperando esa memoria que es de todos lo hago abriendo mi corazón para reafirmar todos mis sueños y mis utopías. Y que en todo me mueve el amor
.