Javier Corcobado presentará su disco en concierto en El Plaza Condesa, el próximo viernes
La producción fue extraída de Noche de ronda, de Agustín Lara, comenta
Son versiones de temas de Frank Sinatra y José Alfredo Jiménez, entre otros, que escuché cuando era niño
Miércoles 2 de noviembre de 2011, p. 8
Músico, poeta y editor de sueños, Javier Corcobado, nacido en Francfort pero de crianza madrileña, es uno de los cantantes más fascinantes que ha dado el pop y el underground de España. Dedicado a seguir sus instintos sonoros, dota de elegancia inusitada a sus composiciones e interpretaciones, que deleita al espectador. El próximo vienes 4 de noviembre el llamado Duque del ruido presentará su disco más reciente, Luna que se quiebra sobre la tiniebla de mi soledad, en el que ofrece versiones de artistas como Sinatra, Gainsbourg, José Alfredo Jiménez, Manuel Alejandro y, por supuesto, Agustín Lara.
–¿Qué va a presentar en el próximo concierto?
–Vamos a presentar mi más reciente disco, que se editó en España y que editará Intolerancia en México. Se titula Luna que se quiebra sobre la tiniebla de mi soledad, extraído de la canción Noche de ronda, de Agustín Lara. Es un disco de 10 versiones, de las cuales presentaremos ocho, pero como será un concierto de dos horas recurriré a muchas de mis canciones antiguas, algunas que hace mucho no toco o nunca he tocado en un escenario y que son conocidas y demandadas por el público mexicano.
Versiones de los autores
–¿Cuál fue el criterio para seleccionar los temas de Luna que se quiebra...?
–Son temas que me han rondado la mente y el corazón durante muchos años; algunos los conocí cuando era niño y otros cuando era adolescente, otros ya más grande y el resto recientemente, claro que tenía una lista más grande para confeccionar mi primer disco de versiones; algunas de las canciones me han acompañado durante décadas y siempre quise interpretar –y ahora se dio el momento– a Joao Gilberto, Frank Sinatra... incluso Te estoy queriendo tanto, de Manuel Alejandro, quien es para mí uno de los grandes compositores españoles. Me basé en la versión del propio Alejandro, aunque dicen que no canta. Así pasó con Noche de ronda, para la cual me basé en la interpretación que hace Agustín Lara, quien me fascina porque creo que es una voz frágil, que parece que se va a romper, a agrietar en cualquier momento... para hacer todas las versiones me basé en la belleza y la ternura de esas canciones de amor, pero que llevan una violencia subyacente y sobre todo porque para mí representaban un reto; no son fáciles de interpretar, así que para mí han representado un aprendizaje.
“Pude haber grabado un disco de 100 o 300 canciones favoritas, pero el formato de grabación esclaviza; particularmente estoy trabajando en un formato nuevo de 24 horas. desde hace siete años estoy componiendo para eso y digamos que Luna que se... ha sido un respiro; mucha gente dice que lo realicé porque no se me ocurría nada nuevo, pero no es cierto; lo que pasa es que estoy trabajando en la obra que comento, la cual me lleva mucho tiempo, porque no es un LP. Así que hacer este disco me dio un respiro, son temas que he escuchado desde niño, incluso dos de José Alfredo Jiménez, El Rey y El camino de la noche; lo conocí cuando era niño... Quiero aclarar que no he perdido la dirección, no sólo a nivel interpretativo, sino gracias a mis músicos, Susana Cáncer, Fino Ionarte Juan Pérez Marina y Jesús Alonso, conservo el estilo. El disco es un buen regalo para la gente que nos ha seguido durante muchos años, el cual en vivo crece mucho sobre el escenario, unido a las canciones antiguas.
–¿Cómo fue la selección de la lista de las canciones propias?
–Hice una selección de las canciones que han sobrevivido a lo largo del tiempo, desde mi álbum debut, Agrio beso, de 1989, hasta el más reciente. Canciones que ahora puedo cantar y sentir que las compuse ayer. La lista para el concierto será larga: canciones que alguna vez han escuchado y otras que tienen muchas ganas de oír porque hace años que nos las toco en el escenario.
–¿Cómo se siente a nivel creativo?
–Estupendamente bien; entre más me acerco a los 50 años me encuentro mejor. De hecho es pudoroso decir que soy feliz porque puedo causar envidia; vivo en el amor, aunque tengo los mismos problemas que todo el mundo, pero estoy en un momento de mucha energía y con una serenidad inquebrantable.
–¿Cómo siente que ha evolucionado su relación con el público mexicano?
–Creo que de manera natural: siempre contagiándolos con mi música y el público contagiándome a mí. La primera vez que visité el país fue en 1992. Nunca hubo promoción de alguna disquera; se editaron algunos discos, pero nunca se hizo una campaña de promoción, así que ha sido contagio mutuo y encuentros sobre el escenario, a veces muy violentos, como una vez en un lugar que se llamaba La Victoria; otras, muy trepidantes, como en el Tramps, en 1993, en el que nos agarró un terremoto y lo sufrimos maravillosamente bien en el escenario; además he tenido experiencias muy cercanas con el público, siempre muy apasionadas, con mucho amor.
Panorama terrible en España
–¿Se puede ser feliz en España con los problemas que hay con los indignados?
–El principal problema es económico, pero no sólo en mi país, sino también en el mundo. Creo que menos en Noruega u otro país privilegiado que no le afecta. Eso sí, en España se ha notado de forma mayúscula. Me muevo en la creatividad y vivo en el amor, y la parte más oscura de mi trabajo es la económica: lucho para que se me remunere dignamente. En España el panorama de la música es terrible, pero hay que sobreponernos a la adversidad y salvaguardar la expresión y creación artísticas, pues lo que más peligra con las crisis económicas es la creación, ya que para crear hay que tener cierta seguridad y no estar pensando en cómo ganar el dinero para comer, porque eso absorbe el pensamiento y no deja tiempo libre para crear... Espero que todo eso genere cambios, se logren esos ideales que enarbolamos cuando éramos jóvenes, que la riqueza se reparta de una puta vez para que vivamos mejor... aunque creo que para eso nos queda un proceso largo, así que hay que aguantar y tener mucha resistencia.
Pero el arte peligra; no detecto creaciones válidas actualmente en la música, en los grupos nuevos. Yo lucho por crear emociones y música nueva; yo aún no tiro la espada.
Javier Corcobado se presentará el viernes 4 de noviembre a las 22 horas en El Plaza Condesa. Boletos en los lugares de costumbre.