Para el artista Manuel Felguérez (Zacatecas, 1928), el abstraccionismo es un concepto absolutamente vigente, pues pintores mexicanos más relevantes de la segunda mitad del siglo XX han seguido esa corriente, con una o dos excepciones.

Al respecto, ennumera: Vicente (Rojo), Lilia (Carrillo), Fernando (García Ponce), (Gunther) Gerzso, Mathias Goeritz, (Carlos) Mérida; ni (Rufino) Tamayo ni (Francisco) Toledo, pero casi son. Toledo también a veces hace cuadros abstractos. Claro, no somos los únicos, pero sí creo que es lo más significativo como cantidad.

La exposición Manuel Felguérez: gráfica y escultura, que reúne 25 obras gráficas creadas de 1994 a 2011, y 10 esculturas de pequeño formato realizadas entre 1989 y este año, será inaugurada el 9 de noviembre a las 19 horas, en la galería Juan Soriano de la Biblioteca de las Artes, Centro Nacional de las Artes (CNA), en Río Churubusco 79, colonia Country Club.

“La gran mayoría de jóvenes –prosigue Felguérez– siguen haciendo abstracción. Entonces, está absolutamente vigente pero, claro, la abstracción es casi igual que la figuración en cuanto a posibilidades. Lo que no puede hacer es repetirse o copiar, sino que dentro de la abstracción caben todas las tendencias, porque hay expresionistas, impresionistas, geometristas, seguidores de la estructura simple, toda una gama, como sucede con la figuración, lo que encuentres en ésta tiene su equivalente en el arte abstracto”.

Nuevas tendencias

Felguérez hace hincapié en que el problema de los artistas nuevos es que “tienen que inventar su propio lenguaje abstracto, no deben copiar. La ventaja que tienen es que todos son pintores y la pintura es un arte cerrado. Cerrado quiere decir que tiene más de 20 mil años de existencia y sigue produciéndose pintura y pintura y pintura.

“La abstracción es un camino abstracto, figurativo o superrealista, pues hay de todo. Es un camino que seguirá, pero no podemos adivinar cómo van a ser los pintores, porque hay que buscar otras maneras y, claro, hay indudablemente nuevas tendencias.

“Ahorita está cargado el arte conceptual, el del performance, lo que es muy válido, porque cada época necesita tener arte que la caracterice. El arte está en constante transformación, cómo lo van a llamar, quién sabe, pero no lo pueden dejar de hacer. Es como si se acabara la figuración.”

Reconoce que el arte abstracto tuvo auge a principios del siglo XX, una purificación. Pero, qué más quieres que las pirámides de Egipto, por decirte algo, y más atrás, todo el arte primitivo o el mexicano de Mitla. Todo el arte prehispánico está lleno de geometría. Es algo que ha existido siempre. Según tu época te inclinas por un lado o por otro, nunca repites.

Acerca de su exposición en la Biblioteca de las Artes, el entrevistado dice que siempre procura mostrar algo diferente. En cuanto a la gráfica, se trata de obra hecha en el taller respectivo del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez, en Zacatecas, que no se ha visto en la ciudad de México. Siempre me dan ganas de que vean lo que hago en gráfica, porque es lo más difícil y lo que menos importa a la gente. De la escultura, dice que es la primera vez que exhibe aquí obras de diferentes épocas.

A Felguérez le da mucho gusto exponer en el CNA, pues allí está la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda. Es el público que uno desea, vaya quien vaya.