El Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) ha identificado 80 mil niños en las zonas de más alta marginación en el país que no van a la escuela y en lo que va de este ciclo escolar ha sustituido a sus instructores en 411 comunidades por causas que van desde la violencia por el narcotráfico hasta violaciones, golpes, amenazas y abusos contra sus capacitadores, expresó el director general del organismo, Arturo Sáenz.

Manifestó que en 25 comunidades el problema es muy grave a causa de la delincuencia: se han tenido que suspender los servicios educativos porque no aceptan instructores externos ni internos en las localidades, por lo que cerca de 300 niños se han quedado sin la posibilidad de recibir instrucción básica.

En el contexto de los festejos del 40 aniversario de esta institución que acerca la enseñanza a los infantes más pobres del país, el funcionario expresó que actualmente sus guías educativas tienen una especie de catálogo básico de seguridad, que consiste en que no ven nada, no pregunten nada, no se metan en nada y si hay riesgo de que los quieren invitar a alguna cosa, los retiramos de inmediato.

Recordó la labor de estos jóvenes instructores, quienes con un apoyo mensual de mil 300 pesos y sin tener la formación de un docente, llegan a atender un grupo donde hay niños de primero a sexto, pero también atienden el multinivel, esto es, a escolares de primaria y de prescolar. Sus alumnos son niños desnutridos, que viven en extrema pobreza, con padres que no saben leer ni escribir y que muchas veces tienen que emigrar porque sus tutores se van a trabajar al campo. Esa es la realidad del Conafe.

Por ello, indicó que para dar atención a los 80 mil niños que no tienen acceso al derecho de la enseñanza, el organismo requiere de al menos 500 millones de pesos adicionales a los 5 mil 600 millones con que cuenta de presupuesto.

Detalló que en 411 localidades con una cobertura de cerca de 4 mil niños, el Conafe se vio obligado a retirar y sustituir a sus educadores  a causa de la violencia. Esto, en los estados de Guerrero, Oaxaca, Tamaulipas, Michoacán, Veracruz, Chihuahua, Sinaloa y Durango. Los problemas son diversos, porque puede haber desde un padre alcohólico, que de pronto puede amenazar a un instructor porque trata mal al niño o porque el niño lloró, hasta situaciones de acoso hacia las mujeres guías por parte de algún poblador.

Cuando ocurre algún incidente, se retira al capacitador y el servicio queda suspendido hasta que se ratifiquen las condiciones para que se restituya. Cuando no las hay, se otorga una beca al escolar para que acuda a la comunidad más cercana a recibir la instrucción, explicó.

Antonio Soto Julián, quien es asistente en el corredor de Coyuca, Zirándaro, Cutzamala y Ajuchitlán, en Guerrero, y lleva siete años de trabajar en el Conafe, contó que en la comunidad La Tirinche, llegó gente armada a atacar a integrantes del poblado y el instructor fue resguardado por dos días en el campo. En Limón de Pungaracho, se retiró al capacitador porque hubo un levantón contra algunos de los pobladores. El resultado es que cerca de 44 niños, entre los dos sitios, se quedaron sin escuela.

Abelulia Bautista, de 21 años, es capacitadora en Ahuexotitlán, en el municipio de Chilapa de Álvarez, Guerrero. Relató que en estos tiempos asaltan mucho y a los instructores les quitan lo que llevan, hasta los zapatos, el dinero, todo lo valioso y por ello algunos no tienen ganas de seguir.