Lugar como una casa
E
star iluminado por el aire,/ los sonidos que llegan.// Piedras que magnetizan.// Hojas, ramajes, nubes.// No deseo cosa alguna
. Tales los primeros cinco versos de un poema de 14 situado precisamente en la página 14 de Alrededores, libro de Sergio Luna que todavía calientito hace llegar a mi escritorio La Zonámbula. Veamos los tres de Desierto San Luis: Agradezco/ me protejas/ en tu desolación
.
A Sergio Luna lo han emparentado con el zen. Yo ni sé que es eso
, se ha defendido sonreidor el celayense con estudios en ingeniería electrónica y letras hispánicas y ex becario del Fonca cuyos anteriores títulos son Puerto del aire, Corredor de fondo y Vertedero. No estoy seguro, pero algo de sentir indígena creo se trasluce en Ofrenda: Caparazón de tortuga/ traída de los montes,/ desde la soledad/ y el silencio de las cañadas.// Ahora está sobre la mesa,/ junto a la veladora encendida/ que pide por nosotros/ ante la noche
.
Y para hablar de Estamos en un mismo lugar tantas distancias
. quizá no me quede sino (se me perdonará quizá: es la primera vez que lo hago en muchísimos años) citarme in extenso:
“Es la de Sergio Luna una poesía a la vez fresca, trabajada y sin mayor pretensión, se diría, que comunicar experiencias lo más directo que se pueda. A veces pienso, por lo silencioso que suele ser en compañía, que preferiría transmitir sus experiencias sin palabras. Un poco como diciendo: la experiencia que ahora vivo ya mucho dice de las experiencias que he vivido, para qué quieren, si es que alguien lo quisiera, saber más. Cordial con prudencia, cercano sin excederse, más bien parco –casi siempre puntual–, Alrededores deja la sensación de un presente que generara espacio, que como si para dar consigo mismo al espacio se abriera. Testimonio de una percepción que en torno suyo y en diversos centros encuentra como el centro de su habla, el lirismo de este libro produce la impresión de convocar un inquietante aquietamiento, la activa contemplación de lo poético natural gracias a la conformidad con un mundo que siendo mundo también y sobre todo es universo.”
Lugar como una casa: “Como la sonoridad del agua,/ como el crepitar de la fogata,/ ramas que fuimos recogiendo antes de la oscuridad/ y las luciérnagas,/ se ha dejado sentir la plática,/ su cobijo.// Ahora/ bajo un cielo estrellado,/ el marasmo,/ el torrente,/ la flor abierta del fuego/ y las manos que hicieron el refugio.// El pensamiento es un día caminado, transparente,/ donde se puede reposar./ Quietud de la piedra en su sabor de silencio."