La Cámara de Diputados discutirá este martes el dictamen de reforma constitucional en materia política, pero las diferencias que persisten entre los grupos parlamentarios por la relección de legisladores y alcaldes hacen prever que difícilmente se lograrán los votos necesarios para aprobarla en el pleno.

El presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Alejandro Encinas (PRD), señaló en entrevista que se insistirá en introducir la relección, pero sujeta a la revocación de mandato, figuras que no fueron aprobadas hace dos semanas, por la oposición de PRI y PVEM.

Añadió que aun si se aprueba dicha reforma –es necesario el voto de las dos terceras partes de los diputados presentes–, tendrá que regresar al Senado por los cambios que se le hicieron a la minuta, y sólo si los senadores admiten dichos ajustes se enviaría a las legislaturas de los estados para su ratificación.

Se trata de una reforma política limitada, pero con todo, no veo en el horizonte que se apruebe en esta legislatura, explicó.

Ante el rechazo de PRI y PVEM a la relección –que ambas bancadas condicionaron a que sea avalada por los electores en una primera consulta popular en 2012–, la mancuerna PAN-PRD anticipó que se reservará la discusión de este tema en lo particular.

Por eso esperamos un debate que volverá a polarizar a la Cámara. Nosotros vamos a insistir en una revisión profunda en la relación entre poderes, donde lo más importante sea fortalecer la rendición de cuentas, que el Presidente regrese a informar al pleno del Congreso, pero que también lo hagan los miembros de su gabinete, expuso.

Encinas refirió que entre los pendientes de la reforma política están incluir como facultades del Congreso aprobar el Plan Nacional de Desarrollo, ratificar a los integrantes del gabinete, que la figura de extrañamiento a los funcionarios sea vinculante y que el Legislativo pueda aplicarles a éstos el retiro del voto de confianza.

Por lo pronto, esta reforma se reduce a una miscelánea de cambios que no modifican de fondo el régimen político mexicano, declaró.

No incluye, puntualizó, el funcionamiento de las dos cámaras del Congreso durante todo el año, transparentar su gasto y rendición de cuentas, ni tampoco se fortalece en su función de contrapeso del Ejecutivo.

Entre los temas pendientes en la Cámara de Diputados, debido a que todavía no hay consenso entre los grupos parlamentarios, está también la reforma a las leyes Federal del Trabajo y de Seguridad Nacional. Ambos temas no están entre los urgentes en comisiones.

En el caso de la Ley de Seguridad Nacional, antes de que un proyecto de dictamen se revise en las comisiones unidas de Gobernación, Defensa Nacional y Derechos Humanos –a las que fue turnada la minuta del Senado–, aún debe lograrse un acuerdo sobre el contenido entre el grupo de trabajo constituido con diputados y senadores.

No obstante, ese grupo –en el que participan las comisiones de Seguridad Nacional y de Estudios Legislativos del Senado– sólo se ha reunido una vez, para anunciar un trabajo conjunto, y ello ocurrió en agosto pasado.