Sin medidas de control ni esquemas de autorregulación electoral, las redes sociales serán vía libre para que los partidos saturen las comunidades virtuales con mensajes proselitistas para millones de usuarios en México, advirtieron especialistas.

En los próximos meses enfrentaremos un crecimiento exponencial de cibermercenarios al servicio de empresas y partidos que los contraten para iniciar una propaganda negra, enfatizó Octavio Islas Carmona, director de la cátedra de comunicación estratégica y cibercultura del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.

Estimó que al menos 8 millones de personas que se conectan a la tuitósfera están en edad y condiciones de votar y son probablemente el sector de interés”, pero advirtió que serán muchos más los que pueden ser afectados debido a los vacíos en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, pues no ha regulado las campañas en las redes.

En entrevista, indicó que los usuarios de redes sociales podrían sentirse abrumados y hartos ante un creciente uso de las mismas por políticos y candidatos que no han entendido el lenguaje en Internet. Quieren ser tomados en cuenta, pero ellos no escuchan a nadie.

Mireya Márquez Ramírez, experta en medios de comunicación, afirmó que la llegada de los políticos a las comunidades virtuales es más resultado de la presión social que de convicción. No terminan de entender la dinámica de las redes, ni su horizontalidad.

Catedrática del departamento de comunicación de la Universidad Iberoamericana y experta en el mundo virtual de Internet, destacó que de cara a las elecciones presidenciales de 2012 podemos esperar un gran número de mensajes en tuiter de políticos que están más interesados en hablar que en escuchar.

En la campaña por la gubernatura del estado de México, indicó, tuvimos un adelanto de lo que nos podría pasar en los próximos meses, no sólo por lo que expresaban los políticos, sino por la reacción de los usuarios de redes que de forma casi instantánea evaluaban las promesas de campaña o se burlaban de ellas.

Agregó que en tuiter existe un selecto grupo de personas muy politizadas que van marcando una tendencia, pero se olvida que finalmente las redes son una herramienta que permite generar nuevas opiniones, pero sobre todo, expresar las que uno tiene.

Márquez Ramírez consideró que las comunidades virtuales no son un parteaguas en la democracia ni motores de las nuevas tendencias político-electorales, pues básicamente su función es ofrecer una plataforma para la libre expresión de las ideas, donde también se reproducen nuestras relaciones de poder.

Islas Carmona, director del proyecto Internet-cátedra de comunicación estratégica y cibercultura del Tecnológico de Monterrey, destacó que la “mayoría de los políticos que están en la tuitósfera tienen un enorme desequilibrio entre el número de personas que los siguen y el total de quienes son seguidos por estos personajes de la vida política”.

Esto nos revela, apuntó, que prevalece enorme desprecio por escuchar a la ciudadanía. La clase política en México sigue en su pedestal y no responde a modelos más abiertos de diálogo con sus posibles electores.